Testigos De Jehová
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Señores Testigos ¿existe Dios?

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Karlos70
josesanchez
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Mensaje  josesanchez Dom Jul 22, 2012 11:27 am

En este mundo en que vivimos, y quizá también fuera de él, hay infinidad de religiones y cada una de ellas predica su particular doctrina como si fuese la única verdadera; es decir, todas están
convencidas de que las demás son falsas.


Prácticamente la totalidad de las tendencias religiosas adoran a un ser supremo y omnipotente al que consideran creador de todo lo que vemos y conocemos. Del mismo modo, en casi todas las doctrinas hay un premio o un castigo que recibiremos después de la muerte, en función de nuestro comportamiento durante la vida.

Salvando ciertos matices y si analizamos debidamente la cuestión, podremos observar que no hay diferencias de fondo entre todas las religiones existentes.

Según estas enseñanzas, es fundamental adorar y amar a ese ser supremo creador de todo, no hay que hacer daño a nadie y se deben seguir ciertas reglas que nunca difieren demasiado de las
más ateas normas de convivencia.


La Watchtower, lógicamente, no discute la existencia de Dios ya que es la base de su razón de ser, pero nunca se ha preocupado de que sus fieles lleguen a tener un convencimiento razonado de tal existencia.

A diferencia eso quiso probar Santo Tomás de Aquino (1225-1274) en su Suma Teológica, y más concretamente con las famosas "cinco vías":
La existencia del Dios Creador. tomaba como punto de partida en cada una de sus vías, un hecho de la
realidad mundana, y aplicando diferentes principios filosóficos llegaba a una conclusión clara de la existencia de Dios.


Basándonos en alguna de esas teorías, que, por supuesto, son absolutamente lógicas, no hay duda de que cualquier movimiento que ahora mismo podamos ver, siempre habrá sido causado por otro, y este último por otro, y el otro por otro diferente... En fin, que todo movimiento que veamos nos hará comprender que ha sido ocasionado por una sucesión de movimientos anteriores.
La cuestión es que nunca podríamos trasladarnos hacia atrás en esos movimientos sucesivos sin que llegásemos al que inició el primero de ellos, ya que lo contrario equivaldría a admitir que no hay principio, y si no hubiera principio tampoco habría continuación, y por lo tanto, no existiría nada.


En la antigua filosofía griega no se hacían estos planteamientos porque era comúnmente aceptado el hecho de que el mundo era eterno, y por consiguiente no existían razones para buscar ese principio, pero Aristóteles (384-322 a.C.) trató de demostrar la existencia de Dios desde un punto de vista teleológico, es decir, considerando a Dios como fin último del universo y motor inmóvil que genera movimiento hacia sí por una especie de atracción de amor. Según Aristóteles, no podría explicarse la coordinación y armonía de los movimientos sin aceptar la existencia de Dios.

Cuando los filósofos se refieren a Dios como motor inmóvil generador de movimientos, están dejando muy claro que no es posible que él pueda moverse ya que si también él se moviese habría que recurrir a otra causa que explicase ese movimiento, y si hubiera una causa por encima de Dios, esta
última causa sería Dios y no la anterior.


Otro de los pocos defensores del planteamiento teleológico fue Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955), un jesuita francés cuyas teorías, entre científicas y religiosas, fueron condenadas por la Santa Sede ya que se desviaban notablemente de las enseñanzas de su iglesia.

Chardin no negaba absolutamente a Dios como principio del universo, pero creía más justificable que estuviese en el final, ya que los procesos evolutivos tienden a la perfección. En sus escritos decía que "el cosmos tiende a vitalizarse, la vida a hominizarse y el espíritu a liberarse de la materia".

Chardin consideraba que el universo es una mezcla de materia y alma que evoluciona hacia el Dios-fin, y que el alma del hombre, dentro de ese proceso, surge a partir del sistema nervioso.

Para este jesuita era mucho más lógico que Dios, como ser perfecto, estuviese en el fin de la evolución, después de un proceso de superior unificación, que no al principio de lo que ahora es aún una realidad imperfecta.

Aunque Santo Tomás quiso demostrar la verdad de Dios buscándole en la causa primera, hay que apuntar que la última de sus vías pudiera tener cierto enfoque teleológico que, en cierto modo, parece acercarse a las teorías de Aristóteles y Chardin.

Muchos más trataron de manifestar la existencia de Dios utilizando la reflexión racional, y entre ellos no hay que restar importancia a San Anselmo de Canterbury (1033-1109).

San Anselmo fue un monje benedictino que nació en Aosta, al noroeste de Italia, y eligieron arzobispo de Canterbury (Inglaterra) cuando contaba unos sesenta años de edad. A él se debe lo que algunos llamaron, con mayor o menor fortuna, "argumento ontológico".

Con este argumento quiso probar la existencia de Dios, aunque Santo Tomás siempre consideró incompleta su demostración.

San Anselmo dijo que Dios era lo mayor que podía ser imaginado, pero si sólo existiese en el entendimiento no sería lo mayor, pues podría imaginarse como existente también en la realidad, y en este caso, eso sería superior. Es decir, que lo mayor que pueda ser imaginado tiene que
existir tanto en el entendimiento como en la realidad; por lo tanto, si lo mayor que puede ser imaginado forzosamente ha de existir en la realidad; Dios existe.


Uno de los principales defensores de este planteamiento fue René Descartes
(1596-1650), prestigioso filósofo y matemático francés, eterna y aparentemente sumergido en un mar de dudas pero creador de frases tan contundentes como la famosísima "pienso, luego existo" y "la existencia de Dios es más cierta que el más cierto de todos los teoremas de la geometría".


Independientemente de sus concordancias con San Anselmo, para Descartes hay dos sustancias, la de los seres pensantes y la del resto de los animales y cosas existentes. Las dos sustancias están absolutamente separadas entre sí, y dicha separación la provoca el hecho casual de que
el hombre tiene alma. Curiosamente, este filósofo se atrevió a ubicar el alma en la glándula pineal o epífisis, que se halla situada en el centro del encéfalo. Es verdad que aún no se ha podido averiguar la función física de esta glándula, pero no es menos cierto que todavía estamos muy lejos de saberlo todo sobre el funcionamiento del cuerpo humano.


Continuador, en cierto modo, del concepto de Descartes sobre la sustancia, fue el filósofo holandés Baruch Spinoza (1632-1677), que hizo derivar esos razonamientos en el panteísmo.

Esta es una doctrina que funde a Dios con la materia como unidad absoluta del cosmos. De todos modos, pueden distinguirse diferentes tendencias en el panteísmo, y las más representativas son dos: el acosmismo, defendido fundamentalmente por Spinoza y Giordano Bruno
(1548-1600); y el panteísmo ateísta, cuyos principales doctrinarios fueron Paul Henri d’Holbach (1723-1789) y Julien Offroy de Lamettrie (1709-1751).


En el acosmismo existe una sola sustancia real que es Dios; el resto de las cosas son simples manifestaciones del propio Dios, instrumentos inmóviles que Dios mueve.

El panteísmo ateísta viene a ser casi lo contrario, es decir, niega a Dios cualquier tipo de divinidad y lo relega a simple y material principio y fin de la naturaleza, aceptando como única realidad la materia y el movimiento.

Entre los que más dudan están los agnósticos, que niegan a la razón humana la posibilidad de entender lo absoluto.

Según el agnosticismo, hay una clara frontera que el entendimiento humano no puede traspasar, y por lo tanto no
se acepta ningún tipo de demostración sobre la existencia de Dios, ya que tal demostración sería imposible para la razón.


Sin duda, hay que reconocer que es realmente difícil entender algo para lo que no estamos capacitados; ¿Qué concepto puede tener un ciego de nacimiento sobre las diferencias entre el color rojo y el verde? ¿Cómo podemos entender algo que escape a nuestros sentidos?.

El agnosticismo más representativo quizá sea el manifestado por Immanuel Kant (1724-1804), filósofo prusiano que creía que las cosas no se perciben como son realmente sino como somos capaces de percibirlas, es decir, podemos comprender lo que vemos pero tenemos que renunciar a conocer la verdadera realidad del fenómeno porque nuestra sensibilidad no está capacitada para percibirlo. Kant pensaba que había que prescindir de la metafísica.

De todos modos, y aun siendo muchos los agnósticos, muchos más son quienes se han esforzado en demostrar la
existencia de Dios por medio de la razón filosófica, tal fue el caso de Juan Escoto Eriúgena (810-877)


Las ideas de Escoto sobre Dios se acercaban a posturas próximas al acosmismo panteísta, pero como
diferenciaba a la "naturaleza creadora" (Dios), del resto de las cosas, bien pudiera haber sido definido como teólogo ya que, además de la naturaleza, también concebía a las Sagradas Escrituras como fuente de conocimiento de Dios, quedando así patente su influencia religiosa.


Continuando con las distintas teorías sobre la existencia de Dios, voy a recordar a Avicena
(980-1037).

Este gran estudioso de muchas y diferentes ciencias, nacido en Persia, se distinguió principalmente por su
calidad de médico y, sobre todo, por sus estudios filosóficos y teológicos.

Avicena concibe a Dios como un ser eterno con la primera y más alta de todas las inteligencias. De esa
inteligencia sublime van brotando más inteligencias, una tras otra, y cada una de ellas inferior a la anterior, que son las que hacen que el mundo exista tal como es y con todos sus detalles.


Según Avicena, el mundo es una consecuencia de Dios.


Otro filósofo y teólogo que se inquietó por el tema fue John Duns Scot (1266-1308), franciscano escocés conocido también por Juan Duns Escoto.

Duns entiende la necesidad de que haya una causa primera que ha de ser incausada. Seguidamente pretende
demostrar su existencia actual argumentando la imposibilidad de que no exista ahora ya que el hecho de ser incausable significa que ha existido siempre, y si ha existido siempre es porque es infinito y por lo tanto, al no tener fin, forzosamente ha de existir en la actualidad.

Para Duns, Dios es la infinita perfección.
Este religioso tuvo cierta inclinación por el modo de pensar de San Agustín.

San Agustín
(354-430), cuyo verdadero nombre fue Aurelio Agustín, nació en Numidia, actual Argelia,
y su vida religiosa fue muy irregular en los primeros años de juventud.


Perteneció a la
doctrina de Manes (215-276), un teólogo babilónico que fundó el
maniqueísmo, cuyas enseñanzas, básicamente, indicaban que el mundo estaba dividido en
el Bien y el Mal. La base fundamental del maniqueo fue el dualismo; el antagonismo entre
la Luz y las Tinieblas.


A los treinta y tres
años se bautizó fue sacerdote, y
le nombraron obispo de Hipona.


Fortaleció la Iglesia y
luchó incansablemente contra lo que consideraba herejías. Combatió de un modo especial
al pelagianismo, que es una doctrina difundida por Pelagio (360-422),
monje británico, en la que no se reconocía el pecado original ni el sentido cristiano
del bautizo, así como tampoco se creía que el estado de gracia fuese fundamental para la
salvación.


San Agustín fue un
magnífico estudioso del Humanismo y la Teología, y su gran prestigio ha influido
notablemente en muchos teólogos de renombre. Incluso la Psicología y la Sociología se
han visto afectadas por el pensamiento de San Agustín.


Muy lejano en el tiempo
pero no carente de importancia tenemos a Lao-Tse (615-X a.C.), filósofo
chino fundador del taoísmo.


Lao-Tse no busca a Dios
como causa primera, ni siquiera lo reconoce con el concepto que se suele tener de su ser,
pero para él, todo procede de lo que llama Tao, se realiza en Tao y
vuelve a Tao.


Esta palabra puede
traducirse como "el camino", pero Lao-Tse la define como lo absoluto,
la total existencia y la bondad del hombre. El Tao es la absoluta perfección y la total
quietud en la que el hombre ha de introducirse para conseguir la plenitud de su espíritu.


Lao-Tse expone su
doctrina en el libro "Tao-te Ching" (Libro del camino
recto) que más tarde influyó en el budismo.


Como puede comprobarse,
todas las teorías y demostraciones de la existencia o no existencia de Dios poseen
ciertas dosis de lógica, pero es evidente que hay diferencias, a veces muy sustanciales,
entre los distintos pensadores que han profundizado en el tema y es la Iglesia Católica quien ha proporcionado la mayoría de ellos.


Muchas personas han
tratado de buscar a Dios por medio de la razón, y posiblemente algunas crean haberlo
encontrado pero estoy seguro de que quien prescinda de la fe para hallar a Dios,
tropezará con grandes dificultades.



Los que, con la ayuda
inestimable de la fe, creen en la existencia de Dios le conceden, entre otros, los
siguientes atributos que definen su esencia:



La "Simplicidad",
que considera a Dios como un ser sin ningún tipo de composición, ni física ni
metafísica, por lo que es absolutamente puro, simple e indivisible.



La "Bondad",
que parece quedar demostrada por el hecho mismo de la creación.



La "Unicidad",
es decir, la evidencia de que Dios es único ya que si hubiera dos se distinguirían en
algo y en esa diferencia estaría la imperfección, por consiguiente, si Dios es perfecto,
sólo puede haber uno.



La "Inmutabilidad",
o sea, Dios no cambia porque es perfecto, ya que si lo perfecto cambiase pasaría a ser
imperfecto. Del mismo modo, si el Ser puro cambiara, sólo podría cambiar a "no
ser", porque es puro, y en este caso no existiría.



La "Eternidad",
esto es, al ser Dios inmutable no cambia ni se mueve, y por lo tanto no puede ser afectado
por el tiempo. Dios no es pasado ni futuro, Dios vive un absoluto presente.



La "Omnipresencia",
ya que Dios lo ocupa todo porque es ilimitado y no puede medirse. Es purísimo, y del
mismo modo que no le afecta el tiempo, tampoco le puede afectar el espacio.



Evidentemente hay muchas
hipótesis que pretenden llegar a la realidad de lo que puede ser Dios, e incluso, desde
las diferentes doctrinas, se llegan a hacer afirmaciones que, según mi opinión, no pasan
de ser simples conjeturas.



Y yo me pregunto. Si
Dios existe, ¿Qué relación tiene con la gran variedad de religiones? ¿Y con las
Sagradas Escrituras y Libros de los distintos credos?.



La verdad es que no soy
capaz de encontrar conexión alguna entre las religiones y Dios.

¿Puede la Watchtower, o mas bien, los Testigos de Jehová, presentar argumentos al respecto? ¿existe Dios?, pues veamos que opinan los que navegan en este foro.

josesanchez

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Mensaje  Karlos70 Dom Jul 22, 2012 8:22 pm

Claro que si existe Dios y se llama: Jehová Dios y las persona que opinan lo contrario (como en el caso de los evolucionistas) es en parte debido a que no quieren sentirse responsables ante un Creador en sus vidas y como son defensores de la “teoría de supervivencia del mas apto” bueno con esto se justifican su actuar en el mundo.

(Efesios 4:5, 6) un Señor, una fe, un bautismo; 6 un Dios y Padre de todos, que es sobre todos y por todos y en todos.

(Deuteronomio 4:35) A ti... a ti se te ha mostrado, para que sepas que Jehová es el Dios [verdadero]; no hay otro además de él.

(Salmo 14:1) El insensato ha dicho en su corazón: “No hay Jehová”. Han obrado ruinosamente, han obrado detestablemente en [su] trato. No hay quien haga el bien.

Nuestro pensar es este: Que solo un “insensato” pudiera poner en tela de juicio tal negación.

Y se nos ha instruido de sobra mediante folletos como los últimos donde nos explica sobre la maravilla que se la creación que se puede observar en la naturaleza y todo lo que vemos así como lo que no vemos, como lo son las partículas que forman una molécula, donde podemos encontrar orden y no un caos como se esperaría que hubiera en algo hecho por azar de los tiempos.

Ahora el punto a cuestionar sería: ¿Porqué existen diferentes religiones si solo es un Dios y una su Palabra escrita?

Saludos

Idea
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Señores Testigos ¿existe Dios? Empty Re: Señores Testigos ¿existe Dios?

Mensaje  josesanchez Lun Jul 23, 2012 5:17 am

Señor karlos70, su argumento es lógico en una persona que cree en la existencia de un Dios, eso ya lo dije en mi aporte inicial, aquí lo que se trata es de mostrar sus pruebas o argumentos, si yo no creyere en su dios ¿cree que voy a creer en sus folletos y biblia?
¿Que pruebas tiene de que lo que dice su libro es Palabra de Dios?
¿Qué pruebas tiene de que le habló a ciertos personajes?
¿Que pruebas tiene de que lo que ellos aseguran que Dios les dijo, verdaderamente es cierto?

Pruebas, pruebas señor no nada mas manifestaciones y repeticiones de lo que dice su literatura, su comunidad y su biblia.- Ya le mencioné lo que algunos personajes católicos argumentaron al respecto, sea o no sea cierto lo importante es que exponen argumentos en terminos científicos, filosóficos, teológicos, metafísicos y no se escudaron unicamente en lo que dice su biblia ¿me explico?; para los que aún no tomamos una decisión, necesitamos pruebas o argumentos validos que nos muestren que los teístas estan, de menos, en una verdad relativa.

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Mensaje  macabeo777 Lun Jul 23, 2012 6:54 am


[justify]Seguramente, la demostración más representativa de la existencia de Dios son las "cinco vías" de Santo Tomás, y esta teoría es la que la Iglesia ha utilizado desde hace siglos para luchar contra el ateísmo y otros errores doctrinales.
Voy a transcribir literalmente en latín -lengua original de la obra- el artículo tres, de la cuestión segunda, del Tratado de Dios Uno (Suma Teológica), lo pongo en su lengua original para que no falte ni una sola coma de su argumento, después lo transcribiré al castellano.
ULTRUM DEUS SIT
AD TERTIUM SIC PROCEDITUR. Videtur quod Deus non sit.

1.- Quia si unum contrariorum fuerit infinitum, totaliter destruetur aliud. Sed hoc intelligitur in hoc nomine Deus, scilicet quod sit quiddam bonum infinitum. Si ergo Deus esset, nullum malum inveniretur. Invenitur autem malum in mundo. Ergo Deus non est.

2.- PRAETEREA, quod potest compleri per pauciora principia, non fit per plura. Sed videtur quod omnia quae apparent in mundo, possunt compleri per alia principia, supposito quod Deus non sit: quia ea quae sunt naturalia, reducuntur in principium quod est natura; ea vero quare sunt a proposito, reducuntur in principium quod est ratio humana vel voluntas. Nulla igitur necessitas est ponere Deum esse.
SED CONTRA est quod dicitur Exodi 3, 14, ex persona Dei: "Ego sum qui sum".
RESPONDEO dicendum quod Deum esse quinque viis probari potest. Prima autem et manifestior via est, quae sumitur ex parte motus. Certum est enim, et sensu constat, aliqua moveri in hoc mundo. Omne autem quod movetur, ab alio movetur. Nihil enim movetur, nisi secundum quod est in potentia ad illud ad quod movetur: movet autem aliquid secundum quod est actu. Movere enim nihil aliud est quam educere aliquid de potentia in actum: de potentia autem non potest aliquid reduci in actum, nisi per aliquod ens in actu: sicut calidum in actu, ut ignis, facit lignum, quod est calidum in potentia, esse actu calidum, et per hoc movet et alterat ipsum. Non autem est possibile ut idem sit simul in actu et potentia secundum idem, sed solum secundum diversa: quod enim est calidum in actu, non potest simul esse calidum in potentia, sed est simul frigidum in potentia. Impossibile est ergo quod, secundum idem et eodem modo, aliquid sit movens et motum, vel quod moveat seipsum. Omne ergo quod movetur, oportet ab alio moveri. Si ergo id a quo movetur, moveatur, oportet et ipsum ab alio moveri; et illud ab alio. Hic autem non est procedere in infinitum: quia sic non esset aliquod primum movens; et per consequens nec aliquod aliud movens, quia moventia secunda non movent nisi per hoc quod sunt mota a primo movente, sicut baculus non movet nisi per hoc quod est motus a manu. Ergo necesse est devenire ad aliquod primum movens, quod a nullo movetur: et hoc omnes intelligunt Deum.
Secunda via est ex ratione causae efficientis. Invenimus enim in istis sensibilibus esse ordinem causarum efficientium: nec tamen invenitur, nec est possibile, quod aliquid sit causa efficiens sui ipsius; quia sic esset prius seipso, quod est impossibile. Non autem est possibile quod in causis efficientibus procedatur in infinitum. Quia in omnibus causis efficientibus ordinatis, primun est causa medii, et medium est causa ultimi, sive media sint plura sive unum tantum: remota autem causa, removetur effectus: ergo, si non fuerit primum in causis efficientibus, non erit ultimum nec medium. Sed si prcedatur in infinitum in causis efficientibus, non erit prima causa efficiens: et sic non erit nec effectus ultimus, nec causae efficientes mediae: quod patet esse falsum. Ergo est necesse ponere aliquam causam efficientem primam: quam omnes Deum nominant.
Tertia via est sumpta ex possibili et necessario: quae talis est. Invenimus enim in rebus quaedam quae sunt possibilia esse et non esse: cum quaedam inveniantur generari et corrumpi, et per consequens possibilia esse et non esse. Impossibile est autem omnia quae sunt talia, semper esse: quia quod possibile est non esse, quandoque non est. Si igitur omnia sunt possibilia non esse, aliquando nihil fuit in rebus. Sed si hoc est verum, etiam nunc nihil esset: quia quod non est, non incipit esse nisi per aliquid quod est; si igitur nihil fuit ens, impossibile fuit quod aliquid inciperet esse, et sic modo nihil esset: quod patet esse falsum. Non ergo omnia entia sunt possibilia: sed oportet aliquid esse necessarium in rebus. Omne autem necessarium vel habet causam suae necessitatis aliunde, vel non habet. Non est autem possibile quod procedatur in infinitum in necessariis quae habent causam suae necessitatis, sicut nec in causis efficientibus, ut probatum est. Ergo necesse est ponere aliquid quod sit per se necessarium, non habens causam necessitatis aliunde, sed quod est causa necessitatis aliis: quod omnes dicunt Deum.
Quarta via sumitur ex gradibus qui en rebus inveniuntur. Invenitur enim in rebus aliquid magis et minus bonum, et verum, et nobile: et sic de aliis huiusmodi. Sed magis et minus dicuntur de diversis secundum quod appropinquant diversimode ad aliquid quod maxime est: sicut magis calidum est, quod magis appropinquat maxime calido. Est igitur aliquid quod est verissimum, et optimum, et nobilissimum, et per consequens maxime ens: nam quae sunt maxime vera, sunt maxime entia, ut dicitur II Metaphys. Quod autem dicitur maxime tale in aliquo genere, est causa omnium quae sunt illius generis: sicut ignis, qui est maxime calidus, est causa omnium calidorum, ut in eodem libro dicitur. Ergo est aliquid quod omnibus entibus est causa esse, et bonitatis, et cuiuslibet perfectionis; et hoc dicimus Deum.
Quinta via sumitur ex gubernatione rerum. Videmus enim quod aliqua quae cognitione carent, scilicet corpora naturalia, operantur propter finem: quod apparet ex hoc quod semper aut frequentibus eodem modo operantur, ut consequantur id quod est optimum; unde patet quod non a casu, sed ex intentione perveniunt ad finem. Ea autem quae non habent cognitionem, non tendunt in finem nisi directa ab aliquo cognoscente et intelligente, sicut sagitta a sagittante. Ergo est aliquid intelligens, a quo omnes res naturales ordinantur ad finem: et hoc dicimus Deum.
AD PRIMUM ERGO dicendum quod, sicut dicit Augustinus in Enchiridio: "Deus, cum sit summe bonnus, nullo modo sineret aliquid mali esse in operibus suis, nisi esset adeo omnipotens et bonus ut bene faceret etiam de malo". Hoc ergo ad infinitam Dei bonitatem pertinet, ut esse permittat mala, et ex eis eliciat bona.
AD SECUNDUM dicendum quod, cum natura propter determinatum finem operetur ex directione alicuius superiores agentis, necesse est ea quae a natura fiunt, etiam in Deum reducere, sicut in primam causam. Similiter etiam quae ex proposito fiunt, oportet reducere in aliquam altiorem causm, quae non sit ratio et voluntas humana: quia haec mutabilia sunt et defectibilia; oportet autem omnia mobilia et deficere possibilia reduci in aliquod primum principiom immobile et per se necessarium, sicut ostensum est.
Seguidamente lo transcribiré en castellano.
El traductor hace algunos cambios sin importancia para la mejor comprensión del texto, por ejemplo, cuando en el original está escrito "ut dicitur II Metaphys" (tal como se dice en la Metafísica II), en la traducción puede leerse "pues, como dice el Filósofo". Del mismo modo, y casi a continuación, el latín original expresa "ut in eodem libro dicitur" (tal como en el mismo libro se dice), mientras que en castellano está escrito "según dice Aristóteles".
Como es lógico, tanto el autor como el traductor, en todo momento se están refiriendo a La Metafísica, de Aristóteles.
Ocurre lo mismo cuando se cita a San Agustín y su obra, así como al principio y final del capítulo en el momento de exponer dificultades y soluciones, pero las diferencias no son en absoluto sustanciales.
[size=16]DIFICULTADES. Parece que Dios no existe.
1.- Si de dos contrarios suponemos que uno sea infinito, éste anula totalmente su opuesto. Ahora bien, el nombre o término Dios significa, precisamente, un bien infinito. Si, pues, hubiese Dios, no habría mal alguno. Pero hallamos que en el mundo hay mal. Luego Dios no existe.
2.- Lo que pueden realizar pocos principios, no lo hacen muchos. Pues en el supuesto de que Dios no exista, pueden otros principios realizar cuanto vemos en el mundo, pues las cosas naturales se reducen a su principio, que es la naturaleza, y las libres, al suyo, que es el entendimiento y la voluntad humana. Por consiguiente, no hay necesidad de recurrir a que haya Dios.
POR OTRA PARTE, en el libro del Éxodo dice Dios de sí mismo: "Yo soy el que soy".
RESPUESTA. La existencia de Dios se puede demostrar por cinco vías.
La primera y más clara se funda en el movimiento. Es innegable, y consta por el testimonio de los sentidos, que en el mundo hay cosas que se mueven. Pues bien, todo lo que se mueve es movido por otro, ya que nada se mueve más que en cuanto está en potencia respecto a aquello para lo que se mueve. En cambio, mover requiere estar en acto, ya que mover no es otra cosa que hacer pasar algo de la potencia al acto, y esto no puede hacerlo más que lo que está en acto, a la manera como lo caliente en acto, v. gr., el fuego hace que un leño, que está caliente en potencia, pase a estar caliente en acto. Ahora bien, no es posible que una misma cosa esté, a la vez, en acto y en potencia respecto a lo mismo, sino respecto a cosas diversas, lo que, v. gr., es caliente en acto, no puede ser caliente en potencia, sino que en potencia es, a la vez, frío. Es, pues, imposible que una cosa sea por lo mismo y de la misma manera motor y móvil, como también lo es que se mueva a sí misma. Por consiguiente, todo lo que se mueve es movido por otro. Pero, si lo que mueve a otro es, a su vez, movido, es necesario que lo mueva un tercero, y a éste otro. Mas no se puede seguir indefinidamente, porque así no habría un primer motor y, por consiguiente, no habría motor alguno, pues los motores intermedios no mueven más que en virtud del movimiento que reciben del primero, lo mismo que un bastón nada mueve si no lo impulsa la mano. Por consiguiente, es necesario llegar a un primer motor que no sea movido por nadie, y éste es el que todos entienden por Dios.
La segunda vía se basa en la causalidad eficiente. Hallamos que en este mundo de lo sensible hay un orden determinado entre las causas eficientes; pero no hallamos que cosa alguna sea su propia causa, pues en tal caso habría de ser anterior a sí misma, y esto es imposible. Ahora bien, tampoco se puede prolongar indefinidamente la serie de las causas eficientes, porque siempre que hay causas eficientes subordinadas, la primera es causa de la intermedia, sea una o muchas, y ésta causa de la última; y puesto que, suprimida una causa, se suprime su efecto, si no existiese una que sea la primera, tampoco existiría la intermedia ni la última. Si, pues, se prolongase indefinidamente la serie de causas eficientes, no habría causa eficiente primera, y, por tanto, ni efecto último ni causa eficiente intermedia, cosa falsa a todas luces. Por consiguiente, es necesario que exista una causa eficiente primera, a la que todos llaman Dios.
La tercera vía considera al ser posible o contingente y el necesario, y puede formularse así. Hallamos en la naturaleza cosas que pueden existir o no existir, pues vemos seres que se producen y seres que se destruyen, y, por tanto, hay posibilidad de que existan y de que no existan. Ahora bien, es imposible que los seres de tal condición hayan existido siempre, ya que lo que tiene posibilidad de no ser hubo un tiempo en que no fue. Si, pues, todas las cosas tienen la posibilidad de no ser, hubo un tiempo en que ninguna existía. Pero, si esto es verdad, tampoco debiera existir ahora cosa alguna, porque lo que no existe no empieza a existir más que en virtud de lo que ya existe, y, por tanto, si nada existía, fue imposible que empezase a existir cosa alguna, y, en consecuencia, ahora no habría nada, cosa evidentemente falsa. Por consiguiente, no todos los seres son posibles o contingentes, sino que entre ellos, forzosamente, ha de haber alguno que sea necesario. Pero el ser necesario o tiene la razón de su necesidad en sí mismo o no la tiene. Si su necesidad depende de otro, como no es posible, según hemos visto al tratar de las causas eficientes, aceptar una serie indefinida de cosas necesarias, es forzoso que exista algo que sea necesario por sí mismo y que no tenga fuera de sí la causa de su necesidad, sino que sea causa de la necesidad de los demás, a lo cual todos llaman Dios.
La cuarta vía considera los grados de perfección que hay en los seres. Vemos en los seres que unos son más o menos buenos, verdaderos y nobles que otros, y lo mismo sucede con las diversas cualidades. Pero el más y el menos se atribuye a las cosas según su diversa proximidad a lo máximo, y por esto se dice lo más caliente de lo que más se aproxima al máximo calor. Por tanto, ha de existir algo que sea verísimo, nobilísimo y óptimo, y por ello ente o ser supremo; pues, como dice el Filósofo, lo que es verdad máxima es máxima entidad. Ahora bien, lo máximo en cualquier género es causa de todo lo que en aquel género existe, y así el fuego, que tiene el máximo calor, es causa del calor de todo lo caliente, según dice Aristóteles. Existe, por consiguiente, algo que es para todas las cosas causa de su ser, de su bondad y de todas sus perfecciones, y a esto llamamos Dios.
La quinta vía se toma del gobierno del mundo. Vemos, en efecto, que las cosas que carecen de conocimiento, como los cuerpos naturales, obran por un fin, como se comprueba observando que siempre, o casi siempre, obran de la misma manera para conseguir lo que más les conviene; por donde se comprende que no van a su fin obrando al acaso, sino intencionadamente. Ahora bien, lo que carece de conocimiento no tiende a un fin si no lo dirige alguien que entienda y conozca, a la manera como el arquero dirige la flecha. Luego existe un ser inteligente que dirige todas las cosas naturales a su fin, y a éste llamamos Dios.
SOLUCIONES. 1.- Dice San Agustín que, "siendo Dios el bien supremo, de ningún modo permitiría que hubiese en sus obras mal alguno si no fuese tan omnipotente y bueno que del mal sacase bien". Luego pertenece a la infinita bondad de Dios permitir los males para de ellos obtener los bienes.
2.- Como la naturaleza obra para conseguir un fin en virtud de la dirección de algún agente superior, en lo mismo que hace la naturaleza interviene Dios como causa primera. Asimismo, lo que se hace deliberadamente, es preciso reducirlo a una causa superior al entendimiento y voluntad humanos, porque éstos son mudables y contingentes, y lo mudable y contingente tiene su razón de ser en lo que de suyo es inmóvil y necesario, según hemos dicho.


Y hasta aquí la demostración que elaboró Santo Tomás para probar la existencia de Dios.
Te presento este argumento mi estimado josesanchez, pero no es el único; Santo Tomás de Aquino no nada mas se dedicó a argumentar sobre la existencia de Dios, también nos hablo de muchos otros temas doctrinales lo que demuestra la grandeza de nuestra doctrina.
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Señores Testigos ¿existe Dios? Empty Re: Señores Testigos ¿existe Dios?

Mensaje  javi Lun Jul 23, 2012 6:25 pm

Los testigos de Jehová nos hemos preocupado desde hace muchos años en distribuir publicaciones que de forma razonada y con base en la ciencia demostrada, prueban la existencia de Dios. También hemos hecho bastante hincapié en fortalecer la fe en la Biblia como la sagrada palabra de Dios, también de una forma razonada y lógica.
Recuerde lo que es la fe:
Hebreos 11:1
Fe es la expectativa segura de las cosas que se esperan, la demostración evidente de realidades aunque no se contemplen. . .

Por otra parte...
Copio
________________________________________________________________________________________________________________
La Watchtower, lógicamente, no discute la existencia de Dios ya que es la base de su razón de ser, pero nunca se ha preocupado de que sus fieles lleguen a tener un convencimiento razonado de tal existencia.
________________________________________________________________________________________________________________

además de no ser cierto, le dije en mi primera contestación en este foro, que no usara la fórmula "La Watchtower" sino la de "Testigos de Jehová", por favor.

A continuación le voy a poner extractos de una de nuestras muchas publicaciones sobre el tema:
__________________________________________________________________________________________________________________


¿ES LA VIDA OBRA DE UN CREADOR?

El “domicilio” perfecto
Cuando escribimos nuestro domicilio,¿qué datos ponemos? Entre otros, el país, la ciudad y la calle. A modo de comparacion, la galaxia Vía Láctea sería el “país” de la Tierra, el sistema solar (formado por el Sol y sus planetas) sería la “ciudad”, y la órbita que la Tierra describe dentro del sistema solar sería la “calle”. Gracias a los adelantos de la astronomıa y la fısica, los científicos han aprendido muchísimo sobre las ventajas de nuestra ubicación especial en el universo.

Para empezar, nuestra “ciudad” —el sistema solar— se halla situada en la región ideal de la Vía Láctea, ni muy cerca ni muy lejos del centro. Esta “zona de habitabilidad”, como la denominan los astronomos, posee la concentración adecuada de los elementos químicos necesarios para la vida. Mas allá, dichos elementos escasean; mas aca, el vecindario es sumamente peligroso debido a la abundancia de radiación letal y otros factores. Como dice la revista Scientific American, “vivimos en un sector exclusivo”.

La “calle” ideal.
No menos “exclusiva” es la “calle”, es decir, la órbita o trayectoria que sigue la Tierra dentro de nuestra “ciudad”, el sistema solar. Dista del Sol 150.000.000 de kilometros (93.000.000 de millas) y se encuentra dentro de los límites de una zona idónea para el desarrollo de la vida, porque allí los organismos ni se congelan ni se chamuscan. Ademas, por ser casi circular, nos mantiene mas o menos a la misma distancia del astro rey todo el año.
El Sol, por su parte, es la “central electrica” perfecta: es estable, tiene el tamaño ideal y libera la cantidad exacta de energıa. Con razón se dice que es “una estrella muy especial”.

El “vecino” perfecto.
Si tuvieramos que escoger un “vecino” para la Tierra, no hallaríamos uno mejor que la Luna. Su diámetro mide algo mas de la cuarta parte del de la Tierra. Por lo tanto, comparada con otras lunas de nuestro sistema solar, la nuestra es excepcionalmente grande respecto a su planeta anfitrión. ¿Mera coincidencia? No parece.
En primer lugar, la Luna es la principal causa de las mareas oceánicas, tan vitales para la ecología del planeta. Además, su presencia estabiliza la orientación del eje terrestre. Sin su satélite hecho a la medida, nuestro planeta se bamboleará como un trompo y quizás hasta se volcara y girara acostado. Los cambios que se producirían en el clima y las mareas, entre otros, serıan catastróficos.

Inclinación y rotación perfectas.

La Tierra tiene una inclinación de aproximadamente 23,4°, lo que da lugar al ciclo anual de las estaciones, modera las temperaturas y permite una amplia variedad de zonas climáticas. “La inclinación del eje terrestre parece ser la ‘idonea’, señala el libro Rare Earth
—Why Complex Life Is Uncommon in the Universe (Tierra rara: por que la vida compleja es tan escasa en el universo)
“Idonea” es también la duracion del día y la noche, que resulta de la velocidad de rotación de la Tierra en torno a su eje. Si fuera mucho mas lenta, los dıas serian más largos y la cara del planeta que da al Sol se abrasarıa, mientras que la otra se congelarıa. Al reves, si la tierra girara mucho mas deprisa, los dıas durarían menos, quizas unas cuantas horas, y se generarıan vientos huracanados incesantes y otros fenomenos muy perjudiciales.

Escudos protectores

El espacio es un lugar peligroso a causa de la radiación letal y de los meteoritos que lo surcan constantemente. Pese a ello,nuestro planeta azul viaja por esta “caseta galáctica de tiro al blanco” sin sufrir apenas daño. ¿Cómo lo logra? Gracias a que está blindado por un potente campo magnético y una atmósfera hecha a la medida.
El campo magnético.
El núcleo de la Tierra es una esfera giratoria de hierro fundido,lo que crea un enorme y potente campo magnético que se extiende muchos kilometros en el espacio. Dicho campo actua como un escudo que nos protege del impacto directo de la radiacion cósmica y de las fuerzas potencialmente letales que emanan del Sol. Entre estas figuran el viento solar, que consiste en un flujo constante de partıculas de energıa; las erupciones solares, que en minutos liberan una energıa equivalente a la que producirıa la detonacion de miles de millones de bombas de hidrógeno, y las explosiones en la corona, o capa mas externa del Sol, que expulsan al espacio miles de millones de toneladas de materia.
Hay señales visibles que nos recuerdan la protección que nos brinda el campo magnetico terrestre.
Por ejemplo, las erupciones solares y las explosiones en la coronadel Sol producen intensas auroras polares,fenomenos luminosos de gran colorido que se observan en la atmósfera superior cerca de los polos magnéticos de la Tierra.

La atmósfera.

Esta envoltura gaseosa no solo nos permite respirar, sino que también nos ofrece protección extra. Una de sus capas, la estratosfera, se caracteriza por la presencia de una variante del oxigeno llamada ozono, que absorbe hasta el 99% de los rayos ultravioleta. Ası´ pues, la capa de ozono protege de la radiación nociva a las múltiples formas de vida que hay en la Tierra, desde el plancton —del que dependemos para la producción de gran parte de nuestro oxígeno— hasta nosotros los seres humanos. El nivel del ozono estratosferico no es fijo, sino que varıa en función de la intensidad de la radiación ultravioleta. En efecto, la capa de ozono constituye un escudo eficaz y dinámico. La atmósfera también nos defiende del bombardeo diario de millones de objetos procedentes del espacio, que van desde partículas muy finas hasta rocas gigantescas. La gran mayorıa se incendia al penetrar en ella, provocando destellos luminosos conocidos como meteoros. Los escudos de la Tierra, sin embargo, no bloquean el paso de la radiación necesaria para la vida, como el calor y la luz visible. La atmosfera contribuye incluso a la distribución termica en la superficie terrestre, y durante la noche sirve a modo demanta para retardar la fuga de calor hacia el espacio.
La atmósfera y el campo magnético de la Tierra son verdaderas maravillas del diseño que el hombre aun no entiende a plenitud.
Lo mismo es cierto de los ciclos que sostienen la vida.

¿Es solo coincidencia que nuestro planeta este protegido por dos escudos dinamicos?

Ciclos naturales para la vida
Si una ciudad se quedara sin aire y agua puros y el sistema de alcantarillado se tapara, sus habitantes pronto enfermarían y morirían. Ahora bien, nuestro planeta es autosuficiente. No es, por ejemplo, como un restaurante, donde los alimentos frescos y otros suministros se traen de fuera y la basura se la lleva un camión. El aire y el agua puros, imprescindibles para la vida, no nos llegan del espacio sideral, ni mandamos allí la basura. Entonces, ¿como se mantiene la Tierra sana y habitable? Mediante ciclos naturales, como los del agua, el carbono, el oxigeno y el nitrógeno.

Ciclo del agua.

El agua es esencial para la vida. Si se nos priva de ella, morimos al cabo de pocos dıas. El agua pura y fresca se distribuye en la naturaleza siguiendo un ciclo que comprende tres etapas. 1) Debido al calor del Sol, el agua se evapora y asciende a la atmósfera. 2) Esta agua limpia de impurezas se condensa y forma las nubes. 3) Las nubes, a su vez, se precipitan sobre el suelo en forma de lluvia, nieve o granizo, y ası se completa el ciclo. ¿Cuanta agua se recicla cada ano?
Se calcula que la suficiente para cubrir la superficie terrestre a una altura de casi un metro .

Ciclo del carbono y el oxígeno.

Es bien sabido que para vivir hay que respirar, es decir, inhalar oxigeno y expulsar dióxido de carbono. Con tantos miles de millones de personas y animales haciendo lo mismo, ¿como es que no se acaba el oxigeno y se carga la atmósfera de dióxido de carbono?
La clave esta en el ciclo del oxigeno. Mediante un fascinante proceso llamado fotosíntesis, las plantas absorben el dióxido de carbono que nosotros exhalamos y lo utilizan, junto con la energía suministrada por la luz solar, para producir hidratos de carbono y oxigeno. El ciclo concluye cuando aspiramos el oxigeno. Toda esta producción de aire puro e hidratos de carbono por parte de las plantas se realiza de forma limpia, eficaz y silenciosa.

Ciclo del nitrógeno.

La vida en la Tierra tambien depende de la produccion de moleculas orgánicas como las proteínas. La formación de dichas moléculas requiere de nitrógeno. Afortunadamente, este gas constituye el 78% de la atmósfera. Los relámpagos y las bacterias convierten el nitrógeno en compuestos que pueden ser absorbidos por las plantas. Las plantas, a su vez, incorporan estos compuestos a sus tejidos en forma de moleculas orgánicas, que pasan a los animales herbívoros al ser ingeridas. Finalmente, cuando las plantas y los animales mueren,
las bacterias descomponen los compuestos nitrogenados que hay en ellos. Durante el procesos se libera nitrogeno, que es devuelto al suelo y a la atmosfera, cerrandose ası el ciclo.

Reciclado perfecto

El hombre, con toda su tecnología, genera cada año incontables toneladas de residuos tóxicos no reciclables. La Tierra, en cambio, recicla perfectamente todos sus desechos mediante procesos químicos muy originales.

¿Cómo cree que surgieron estos sistemas de reciclado? “Si el ecosistema terrestre hubiera evolucionado por pura casualidad, habría sido imposible que alcanzara una armonía medioambiental tan perfecta”, observa el escritor de temas científico-religiosos M. A. Corey.
¿Comparte usted su punto de vista?
¿Considera que las características de la Tierra son el producto de un diseño con propósito?

En tal caso, llegamos a la conclusión, de que si hay diseño, tiene que haber un diseñador ¿no cree?
Y eso nos lleva a una persona...
Dios

Hebreos 3:4 Reina-Valera 1960
Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios.



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Señores Testigos ¿existe Dios? Empty Re: Señores Testigos ¿existe Dios?

Mensaje  javi Lun Jul 23, 2012 6:53 pm

macabeo777 escribió:

[justify]Seguramente, la demostración más representativa de la existencia de Dios son las "cinco vías" de Santo Tomás, y esta teoría es la que la Iglesia ha utilizado desde hace siglos para luchar contra el ateísmo y otros errores doctrinales.
Voy a transcribir literalmente en latín -lengua original de la obra- el artículo tres, de la cuestión segunda, del Tratado de Dios Uno (Suma Teológica), lo pongo en su lengua original para que no falte ni una sola coma de su argumento, después lo transcribiré al castellano.
ULTRUM DEUS SIT
AD TERTIUM SIC PROCEDITUR. Videtur quod Deus non sit.

1.- Quia si unum contrariorum fuerit infinitum, totaliter destruetur aliud. Sed hoc intelligitur in hoc nomine Deus, scilicet quod sit quiddam bonum infinitum. Si ergo Deus esset, nullum malum inveniretur. Invenitur autem malum in mundo. Ergo Deus non est.

2.- PRAETEREA, quod potest compleri per pauciora principia, non fit per plura. Sed videtur quod omnia quae apparent in mundo, possunt compleri per alia principia, supposito quod Deus non sit: quia ea quae sunt naturalia, reducuntur in principium quod est natura; ea vero quare sunt a proposito, reducuntur in principium quod est ratio humana vel voluntas. Nulla igitur necessitas est ponere Deum esse.
SED CONTRA est quod dicitur Exodi 3, 14, ex persona Dei: "Ego sum qui sum".
RESPONDEO dicendum quod Deum esse quinque viis probari potest. Prima autem et manifestior via est, quae sumitur ex parte motus. Certum est enim, et sensu constat, aliqua moveri in hoc mundo. Omne autem quod movetur, ab alio movetur. Nihil enim movetur, nisi secundum quod est in potentia ad illud ad quod movetur: movet autem aliquid secundum quod est actu. Movere enim nihil aliud est quam educere aliquid de potentia in actum: de potentia autem non potest aliquid reduci in actum, nisi per aliquod ens in actu: sicut calidum in actu, ut ignis, facit lignum, quod est calidum in potentia, esse actu calidum, et per hoc movet et alterat ipsum. Non autem est possibile ut idem sit simul in actu et potentia secundum idem, sed solum secundum diversa: quod enim est calidum in actu, non potest simul esse calidum in potentia, sed est simul frigidum in potentia. Impossibile est ergo quod, secundum idem et eodem modo, aliquid sit movens et motum, vel quod moveat seipsum. Omne ergo quod movetur, oportet ab alio moveri. Si ergo id a quo movetur, moveatur, oportet et ipsum ab alio moveri; et illud ab alio. Hic autem non est procedere in infinitum: quia sic non esset aliquod primum movens; et per consequens nec aliquod aliud movens, quia moventia secunda non movent nisi per hoc quod sunt mota a primo movente, sicut baculus non movet nisi per hoc quod est motus a manu. Ergo necesse est devenire ad aliquod primum movens, quod a nullo movetur: et hoc omnes intelligunt Deum.
Secunda via est ex ratione causae efficientis. Invenimus enim in istis sensibilibus esse ordinem causarum efficientium: nec tamen invenitur, nec est possibile, quod aliquid sit causa efficiens sui ipsius; quia sic esset prius seipso, quod est impossibile. Non autem est possibile quod in causis efficientibus procedatur in infinitum. Quia in omnibus causis efficientibus ordinatis, primun est causa medii, et medium est causa ultimi, sive media sint plura sive unum tantum: remota autem causa, removetur effectus: ergo, si non fuerit primum in causis efficientibus, non erit ultimum nec medium. Sed si prcedatur in infinitum in causis efficientibus, non erit prima causa efficiens: et sic non erit nec effectus ultimus, nec causae efficientes mediae: quod patet esse falsum. Ergo est necesse ponere aliquam causam efficientem primam: quam omnes Deum nominant.
Tertia via est sumpta ex possibili et necessario: quae talis est. Invenimus enim in rebus quaedam quae sunt possibilia esse et non esse: cum quaedam inveniantur generari et corrumpi, et per consequens possibilia esse et non esse. Impossibile est autem omnia quae sunt talia, semper esse: quia quod possibile est non esse, quandoque non est. Si igitur omnia sunt possibilia non esse, aliquando nihil fuit in rebus. Sed si hoc est verum, etiam nunc nihil esset: quia quod non est, non incipit esse nisi per aliquid quod est; si igitur nihil fuit ens, impossibile fuit quod aliquid inciperet esse, et sic modo nihil esset: quod patet esse falsum. Non ergo omnia entia sunt possibilia: sed oportet aliquid esse necessarium in rebus. Omne autem necessarium vel habet causam suae necessitatis aliunde, vel non habet. Non est autem possibile quod procedatur in infinitum in necessariis quae habent causam suae necessitatis, sicut nec in causis efficientibus, ut probatum est. Ergo necesse est ponere aliquid quod sit per se necessarium, non habens causam necessitatis aliunde, sed quod est causa necessitatis aliis: quod omnes dicunt Deum.
Quarta via sumitur ex gradibus qui en rebus inveniuntur. Invenitur enim in rebus aliquid magis et minus bonum, et verum, et nobile: et sic de aliis huiusmodi. Sed magis et minus dicuntur de diversis secundum quod appropinquant diversimode ad aliquid quod maxime est: sicut magis calidum est, quod magis appropinquat maxime calido. Est igitur aliquid quod est verissimum, et optimum, et nobilissimum, et per consequens maxime ens: nam quae sunt maxime vera, sunt maxime entia, ut dicitur II Metaphys. Quod autem dicitur maxime tale in aliquo genere, est causa omnium quae sunt illius generis: sicut ignis, qui est maxime calidus, est causa omnium calidorum, ut in eodem libro dicitur. Ergo est aliquid quod omnibus entibus est causa esse, et bonitatis, et cuiuslibet perfectionis; et hoc dicimus Deum.
Quinta via sumitur ex gubernatione rerum. Videmus enim quod aliqua quae cognitione carent, scilicet corpora naturalia, operantur propter finem: quod apparet ex hoc quod semper aut frequentibus eodem modo operantur, ut consequantur id quod est optimum; unde patet quod non a casu, sed ex intentione perveniunt ad finem. Ea autem quae non habent cognitionem, non tendunt in finem nisi directa ab aliquo cognoscente et intelligente, sicut sagitta a sagittante. Ergo est aliquid intelligens, a quo omnes res naturales ordinantur ad finem: et hoc dicimus Deum.
AD PRIMUM ERGO dicendum quod, sicut dicit Augustinus in Enchiridio: "Deus, cum sit summe bonnus, nullo modo sineret aliquid mali esse in operibus suis, nisi esset adeo omnipotens et bonus ut bene faceret etiam de malo". Hoc ergo ad infinitam Dei bonitatem pertinet, ut esse permittat mala, et ex eis eliciat bona.
AD SECUNDUM dicendum quod, cum natura propter determinatum finem operetur ex directione alicuius superiores agentis, necesse est ea quae a natura fiunt, etiam in Deum reducere, sicut in primam causam. Similiter etiam quae ex proposito fiunt, oportet reducere in aliquam altiorem causm, quae non sit ratio et voluntas humana: quia haec mutabilia sunt et defectibilia; oportet autem omnia mobilia et deficere possibilia reduci in aliquod primum principiom immobile et per se necessarium, sicut ostensum est.
Seguidamente lo transcribiré en castellano.
El traductor hace algunos cambios sin importancia para la mejor comprensión del texto, por ejemplo, cuando en el original está escrito "ut dicitur II Metaphys" (tal como se dice en la Metafísica II), en la traducción puede leerse "pues, como dice el Filósofo". Del mismo modo, y casi a continuación, el latín original expresa "ut in eodem libro dicitur" (tal como en el mismo libro se dice), mientras que en castellano está escrito "según dice Aristóteles".
Como es lógico, tanto el autor como el traductor, en todo momento se están refiriendo a La Metafísica, de Aristóteles.
Ocurre lo mismo cuando se cita a San Agustín y su obra, así como al principio y final del capítulo en el momento de exponer dificultades y soluciones, pero las diferencias no son en absoluto sustanciales.
[size=16]DIFICULTADES. Parece que Dios no existe.
1.- Si de dos contrarios suponemos que uno sea infinito, éste anula totalmente su opuesto. Ahora bien, el nombre o término Dios significa, precisamente, un bien infinito. Si, pues, hubiese Dios, no habría mal alguno. Pero hallamos que en el mundo hay mal. Luego Dios no existe.
2.- Lo que pueden realizar pocos principios, no lo hacen muchos. Pues en el supuesto de que Dios no exista, pueden otros principios realizar cuanto vemos en el mundo, pues las cosas naturales se reducen a su principio, que es la naturaleza, y las libres, al suyo, que es el entendimiento y la voluntad humana. Por consiguiente, no hay necesidad de recurrir a que haya Dios.
POR OTRA PARTE, en el libro del Éxodo dice Dios de sí mismo: "Yo soy el que soy".
RESPUESTA. La existencia de Dios se puede demostrar por cinco vías.
La primera y más clara se funda en el movimiento. Es innegable, y consta por el testimonio de los sentidos, que en el mundo hay cosas que se mueven. Pues bien, todo lo que se mueve es movido por otro, ya que nada se mueve más que en cuanto está en potencia respecto a aquello para lo que se mueve. En cambio, mover requiere estar en acto, ya que mover no es otra cosa que hacer pasar algo de la potencia al acto, y esto no puede hacerlo más que lo que está en acto, a la manera como lo caliente en acto, v. gr., el fuego hace que un leño, que está caliente en potencia, pase a estar caliente en acto. Ahora bien, no es posible que una misma cosa esté, a la vez, en acto y en potencia respecto a lo mismo, sino respecto a cosas diversas, lo que, v. gr., es caliente en acto, no puede ser caliente en potencia, sino que en potencia es, a la vez, frío. Es, pues, imposible que una cosa sea por lo mismo y de la misma manera motor y móvil, como también lo es que se mueva a sí misma. Por consiguiente, todo lo que se mueve es movido por otro. Pero, si lo que mueve a otro es, a su vez, movido, es necesario que lo mueva un tercero, y a éste otro. Mas no se puede seguir indefinidamente, porque así no habría un primer motor y, por consiguiente, no habría motor alguno, pues los motores intermedios no mueven más que en virtud del movimiento que reciben del primero, lo mismo que un bastón nada mueve si no lo impulsa la mano. Por consiguiente, es necesario llegar a un primer motor que no sea movido por nadie, y éste es el que todos entienden por Dios.
La segunda vía se basa en la causalidad eficiente. Hallamos que en este mundo de lo sensible hay un orden determinado entre las causas eficientes; pero no hallamos que cosa alguna sea su propia causa, pues en tal caso habría de ser anterior a sí misma, y esto es imposible. Ahora bien, tampoco se puede prolongar indefinidamente la serie de las causas eficientes, porque siempre que hay causas eficientes subordinadas, la primera es causa de la intermedia, sea una o muchas, y ésta causa de la última; y puesto que, suprimida una causa, se suprime su efecto, si no existiese una que sea la primera, tampoco existiría la intermedia ni la última. Si, pues, se prolongase indefinidamente la serie de causas eficientes, no habría causa eficiente primera, y, por tanto, ni efecto último ni causa eficiente intermedia, cosa falsa a todas luces. Por consiguiente, es necesario que exista una causa eficiente primera, a la que todos llaman Dios.
La tercera vía considera al ser posible o contingente y el necesario, y puede formularse así. Hallamos en la naturaleza cosas que pueden existir o no existir, pues vemos seres que se producen y seres que se destruyen, y, por tanto, hay posibilidad de que existan y de que no existan. Ahora bien, es imposible que los seres de tal condición hayan existido siempre, ya que lo que tiene posibilidad de no ser hubo un tiempo en que no fue. Si, pues, todas las cosas tienen la posibilidad de no ser, hubo un tiempo en que ninguna existía. Pero, si esto es verdad, tampoco debiera existir ahora cosa alguna, porque lo que no existe no empieza a existir más que en virtud de lo que ya existe, y, por tanto, si nada existía, fue imposible que empezase a existir cosa alguna, y, en consecuencia, ahora no habría nada, cosa evidentemente falsa. Por consiguiente, no todos los seres son posibles o contingentes, sino que entre ellos, forzosamente, ha de haber alguno que sea necesario. Pero el ser necesario o tiene la razón de su necesidad en sí mismo o no la tiene. Si su necesidad depende de otro, como no es posible, según hemos visto al tratar de las causas eficientes, aceptar una serie indefinida de cosas necesarias, es forzoso que exista algo que sea necesario por sí mismo y que no tenga fuera de sí la causa de su necesidad, sino que sea causa de la necesidad de los demás, a lo cual todos llaman Dios.
La cuarta vía considera los grados de perfección que hay en los seres. Vemos en los seres que unos son más o menos buenos, verdaderos y nobles que otros, y lo mismo sucede con las diversas cualidades. Pero el más y el menos se atribuye a las cosas según su diversa proximidad a lo máximo, y por esto se dice lo más caliente de lo que más se aproxima al máximo calor. Por tanto, ha de existir algo que sea verísimo, nobilísimo y óptimo, y por ello ente o ser supremo; pues, como dice el Filósofo, lo que es verdad máxima es máxima entidad. Ahora bien, lo máximo en cualquier género es causa de todo lo que en aquel género existe, y así el fuego, que tiene el máximo calor, es causa del calor de todo lo caliente, según dice Aristóteles. Existe, por consiguiente, algo que es para todas las cosas causa de su ser, de su bondad y de todas sus perfecciones, y a esto llamamos Dios.
La quinta vía se toma del gobierno del mundo. Vemos, en efecto, que las cosas que carecen de conocimiento, como los cuerpos naturales, obran por un fin, como se comprueba observando que siempre, o casi siempre, obran de la misma manera para conseguir lo que más les conviene; por donde se comprende que no van a su fin obrando al acaso, sino intencionadamente. Ahora bien, lo que carece de conocimiento no tiende a un fin si no lo dirige alguien que entienda y conozca, a la manera como el arquero dirige la flecha. Luego existe un ser inteligente que dirige todas las cosas naturales a su fin, y a éste llamamos Dios.
SOLUCIONES. 1.- Dice San Agustín que, "siendo Dios el bien supremo, de ningún modo permitiría que hubiese en sus obras mal alguno si no fuese tan omnipotente y bueno que del mal sacase bien". Luego pertenece a la infinita bondad de Dios permitir los males para de ellos obtener los bienes.
2.- Como la naturaleza obra para conseguir un fin en virtud de la dirección de algún agente superior, en lo mismo que hace la naturaleza interviene Dios como causa primera. Asimismo, lo que se hace deliberadamente, es preciso reducirlo a una causa superior al entendimiento y voluntad humanos, porque éstos son mudables y contingentes, y lo mudable y contingente tiene su razón de ser en lo que de suyo es inmóvil y necesario, según hemos dicho.


Y hasta aquí la demostración que elaboró Santo Tomás para probar la existencia de Dios.
Te presento este argumento mi estimado josesanchez, pero no es el único; Santo Tomás de Aquino no nada mas se dedicó a argumentar sobre la existencia de Dios, también nos hablo de muchos otros temas doctrinales lo que demuestra la grandeza de nuestra doctrina.

Por fin pones algo que merece ser leído.
Aristóteles es un personaje digno de admirar.

Pero recuerda que la Biblia es nuestra máxima autoridad para nuestras creencias.



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Señores Testigos ¿existe Dios? Empty Re: Señores Testigos ¿existe Dios?

Mensaje  josesanchez Mar Jul 24, 2012 8:32 am

javi escribió:
macabeo777 escribió:


[justify]Seguramente, la demostración más representativa de la existencia de Dios son las "cinco vías" de Santo Tomás, y esta teoría es la que la Iglesia ha utilizado desde hace siglos para luchar contra el ateísmo y otros errores doctrinales.
Voy a transcribir literalmente en latín -lengua original de la obra- el artículo tres, de la cuestión segunda, del Tratado de Dios Uno (Suma Teológica), lo pongo en su lengua original para que no falte ni una sola coma de su argumento, después lo transcribiré al castellano.
ULTRUM DEUS SIT
AD TERTIUM SIC PROCEDITUR. Videtur quod Deus non sit.

1.- Quia si unum contrariorum fuerit infinitum, totaliter destruetur aliud. Sed hoc intelligitur in hoc nomine Deus, scilicet quod sit quiddam bonum infinitum. Si ergo Deus esset, nullum malum inveniretur. Invenitur autem malum in mundo. Ergo Deus non est.



2.- PRAETEREA, quod potest compleri per pauciora principia, non fit per plura. Sed videtur quod omnia quae apparent in mundo, possunt compleri per alia principia, supposito quod Deus non sit: quia ea quae sunt naturalia, reducuntur in principium quod est natura; ea vero quare sunt a proposito, reducuntur in principium quod est ratio humana vel voluntas. Nulla igitur necessitas est ponere Deum esse.
SED CONTRA est quod dicitur Exodi 3, 14, ex persona Dei: "Ego sum qui sum".
RESPONDEO dicendum quod Deum esse quinque viis probari potest. Prima autem et manifestior via est, quae sumitur ex parte motus. Certum est enim, et sensu constat, aliqua moveri in hoc mundo. Omne autem quod movetur, ab alio movetur. Nihil enim movetur, nisi secundum quod est in potentia ad illud ad quod movetur: movet autem aliquid secundum quod est actu. Movere enim nihil aliud est quam educere aliquid de potentia in actum: de potentia autem non potest aliquid reduci in actum, nisi per aliquod ens in actu: sicut calidum in actu, ut ignis, facit lignum, quod est calidum in potentia, esse actu calidum, et per hoc movet et alterat ipsum. Non autem est possibile ut idem sit simul in actu et potentia secundum idem, sed solum secundum diversa: quod enim est calidum in actu, non potest simul esse calidum in potentia, sed est simul frigidum in potentia. Impossibile est ergo quod, secundum idem et eodem modo, aliquid sit movens et motum, vel quod moveat seipsum. Omne ergo quod movetur, oportet ab alio moveri. Si ergo id a quo movetur, moveatur, oportet et ipsum ab alio moveri; et illud ab alio. Hic autem non est procedere in infinitum: quia sic non esset aliquod primum movens; et per consequens nec aliquod aliud movens, quia moventia secunda non movent nisi per hoc quod sunt mota a primo movente, sicut baculus non movet nisi per hoc quod est motus a manu. Ergo necesse est devenire ad aliquod primum movens, quod a nullo movetur: et hoc omnes intelligunt Deum.
Secunda via est ex ratione causae efficientis. Invenimus enim in istis sensibilibus esse ordinem causarum efficientium: nec tamen invenitur, nec est possibile, quod aliquid sit causa efficiens sui ipsius; quia sic esset prius seipso, quod est impossibile. Non autem est possibile quod in causis efficientibus procedatur in infinitum. Quia in omnibus causis efficientibus ordinatis, primun est causa medii, et medium est causa ultimi, sive media sint plura sive unum tantum: remota autem causa, removetur effectus: ergo, si non fuerit primum in causis efficientibus, non erit ultimum nec medium. Sed si prcedatur in infinitum in causis efficientibus, non erit prima causa efficiens: et sic non erit nec effectus ultimus, nec causae efficientes mediae: quod patet esse falsum. Ergo est necesse ponere aliquam causam efficientem primam: quam omnes Deum nominant.
Tertia via est sumpta ex possibili et necessario: quae talis est. Invenimus enim in rebus quaedam quae sunt possibilia esse et non esse: cum quaedam inveniantur generari et corrumpi, et per consequens possibilia esse et non esse. Impossibile est autem omnia quae sunt talia, semper esse: quia quod possibile est non esse, quandoque non est. Si igitur omnia sunt possibilia non esse, aliquando nihil fuit in rebus. Sed si hoc est verum, etiam nunc nihil esset: quia quod non est, non incipit esse nisi per aliquid quod est; si igitur nihil fuit ens, impossibile fuit quod aliquid inciperet esse, et sic modo nihil esset: quod patet esse falsum. Non ergo omnia entia sunt possibilia: sed oportet aliquid esse necessarium in rebus. Omne autem necessarium vel habet causam suae necessitatis aliunde, vel non habet. Non est autem possibile quod procedatur in infinitum in necessariis quae habent causam suae necessitatis, sicut nec in causis efficientibus, ut probatum est. Ergo necesse est ponere aliquid quod sit per se necessarium, non habens causam necessitatis aliunde, sed quod est causa necessitatis aliis: quod omnes dicunt Deum.
Quarta via sumitur ex gradibus qui en rebus inveniuntur. Invenitur enim in rebus aliquid magis et minus bonum, et verum, et nobile: et sic de aliis huiusmodi. Sed magis et minus dicuntur de diversis secundum quod appropinquant diversimode ad aliquid quod maxime est: sicut magis calidum est, quod magis appropinquat maxime calido. Est igitur aliquid quod est verissimum, et optimum, et nobilissimum, et per consequens maxime ens: nam quae sunt maxime vera, sunt maxime entia, ut dicitur II Metaphys. Quod autem dicitur maxime tale in aliquo genere, est causa omnium quae sunt illius generis: sicut ignis, qui est maxime calidus, est causa omnium calidorum, ut in eodem libro dicitur. Ergo est aliquid quod omnibus entibus est causa esse, et bonitatis, et cuiuslibet perfectionis; et hoc dicimus Deum.
Quinta via sumitur ex gubernatione rerum. Videmus enim quod aliqua quae cognitione carent, scilicet corpora naturalia, operantur propter finem: quod apparet ex hoc quod semper aut frequentibus eodem modo operantur, ut consequantur id quod est optimum; unde patet quod non a casu, sed ex intentione perveniunt ad finem. Ea autem quae non habent cognitionem, non tendunt in finem nisi directa ab aliquo cognoscente et intelligente, sicut sagitta a sagittante. Ergo est aliquid intelligens, a quo omnes res naturales ordinantur ad finem: et hoc dicimus Deum.
AD PRIMUM ERGO dicendum quod, sicut dicit Augustinus in Enchiridio: "Deus, cum sit summe bonnus, nullo modo sineret aliquid mali esse in operibus suis, nisi esset adeo omnipotens et bonus ut bene faceret etiam de malo". Hoc ergo ad infinitam Dei bonitatem pertinet, ut esse permittat mala, et ex eis eliciat bona.
AD SECUNDUM dicendum quod, cum natura propter determinatum finem operetur ex directione alicuius superiores agentis, necesse est ea quae a natura fiunt, etiam in Deum reducere, sicut in primam causam. Similiter etiam quae ex proposito fiunt, oportet reducere in aliquam altiorem causm, quae non sit ratio et voluntas humana: quia haec mutabilia sunt et defectibilia; oportet autem omnia mobilia et deficere possibilia reduci in aliquod primum principiom immobile et per se necessarium, sicut ostensum est.
Seguidamente lo transcribiré en castellano.
El traductor hace algunos cambios sin importancia para la mejor comprensión del texto, por ejemplo, cuando en el original está escrito "ut dicitur II Metaphys" (tal como se dice en la Metafísica II), en la traducción puede leerse "pues, como dice el Filósofo". Del mismo modo, y casi a continuación, el latín original expresa "ut in eodem libro dicitur" (tal como en el mismo libro se dice), mientras que en castellano está escrito "según dice Aristóteles".
Como es lógico, tanto el autor como el traductor, en todo momento se están refiriendo a La Metafísica, de Aristóteles.
Ocurre lo mismo cuando se cita a San Agustín y su obra, así como al principio y final del capítulo en el momento de exponer dificultades y soluciones, pero las diferencias no son en absoluto sustanciales.
[size=16]DIFICULTADES. Parece que Dios no existe.
1.- Si de dos contrarios suponemos que uno sea infinito, éste anula totalmente su opuesto. Ahora bien, el nombre o término Dios significa, precisamente, un bien infinito. Si, pues, hubiese Dios, no habría mal alguno. Pero hallamos que en el mundo hay mal. Luego Dios no existe.
2.- Lo que pueden realizar pocos principios, no lo hacen muchos. Pues en el supuesto de que Dios no exista, pueden otros principios realizar cuanto vemos en el mundo, pues las cosas naturales se reducen a su principio, que es la naturaleza, y las libres, al suyo, que es el entendimiento y la voluntad humana. Por consiguiente, no hay necesidad de recurrir a que haya Dios.
POR OTRA PARTE, en el libro del Éxodo dice Dios de sí mismo: "Yo soy el que soy".
RESPUESTA. La existencia de Dios se puede demostrar por cinco vías.
La primera y más clara se funda en el movimiento. Es innegable, y consta por el testimonio de los sentidos, que en el mundo hay cosas que se mueven. Pues bien, todo lo que se mueve es movido por otro, ya que nada se mueve más que en cuanto está en potencia respecto a aquello para lo que se mueve. En cambio, mover requiere estar en acto, ya que mover no es otra cosa que hacer pasar algo de la potencia al acto, y esto no puede hacerlo más que lo que está en acto, a la manera como lo caliente en acto, v. gr., el fuego hace que un leño, que está caliente en potencia, pase a estar caliente en acto. Ahora bien, no es posible que una misma cosa esté, a la vez, en acto y en potencia respecto a lo mismo, sino respecto a cosas diversas, lo que, v. gr., es caliente en acto, no puede ser caliente en potencia, sino que en potencia es, a la vez, frío. Es, pues, imposible que una cosa sea por lo mismo y de la misma manera motor y móvil, como también lo es que se mueva a sí misma. Por consiguiente, todo lo que se mueve es movido por otro. Pero, si lo que mueve a otro es, a su vez, movido, es necesario que lo mueva un tercero, y a éste otro. Mas no se puede seguir indefinidamente, porque así no habría un primer motor y, por consiguiente, no habría motor alguno, pues los motores intermedios no mueven más que en virtud del movimiento que reciben del primero, lo mismo que un bastón nada mueve si no lo impulsa la mano. Por consiguiente, es necesario llegar a un primer motor que no sea movido por nadie, y éste es el que todos entienden por Dios.
La segunda vía se basa en la causalidad eficiente. Hallamos que en este mundo de lo sensible hay un orden determinado entre las causas eficientes; pero no hallamos que cosa alguna sea su propia causa, pues en tal caso habría de ser anterior a sí misma, y esto es imposible. Ahora bien, tampoco se puede prolongar indefinidamente la serie de las causas eficientes, porque siempre que hay causas eficientes subordinadas, la primera es causa de la intermedia, sea una o muchas, y ésta causa de la última; y puesto que, suprimida una causa, se suprime su efecto, si no existiese una que sea la primera, tampoco existiría la intermedia ni la última. Si, pues, se prolongase indefinidamente la serie de causas eficientes, no habría causa eficiente primera, y, por tanto, ni efecto último ni causa eficiente intermedia, cosa falsa a todas luces. Por consiguiente, es necesario que exista una causa eficiente primera, a la que todos llaman Dios.
La tercera vía considera al ser posible o contingente y el necesario, y puede formularse así. Hallamos en la naturaleza cosas que pueden existir o no existir, pues vemos seres que se producen y seres que se destruyen, y, por tanto, hay posibilidad de que existan y de que no existan. Ahora bien, es imposible que los seres de tal condición hayan existido siempre, ya que lo que tiene posibilidad de no ser hubo un tiempo en que no fue. Si, pues, todas las cosas tienen la posibilidad de no ser, hubo un tiempo en que ninguna existía. Pero, si esto es verdad, tampoco debiera existir ahora cosa alguna, porque lo que no existe no empieza a existir más que en virtud de lo que ya existe, y, por tanto, si nada existía, fue imposible que empezase a existir cosa alguna, y, en consecuencia, ahora no habría nada, cosa evidentemente falsa. Por consiguiente, no todos los seres son posibles o contingentes, sino que entre ellos, forzosamente, ha de haber alguno que sea necesario. Pero el ser necesario o tiene la razón de su necesidad en sí mismo o no la tiene. Si su necesidad depende de otro, como no es posible, según hemos visto al tratar de las causas eficientes, aceptar una serie indefinida de cosas necesarias, es forzoso que exista algo que sea necesario por sí mismo y que no tenga fuera de sí la causa de su necesidad, sino que sea causa de la necesidad de los demás, a lo cual todos llaman Dios.
La cuarta vía considera los grados de perfección que hay en los seres. Vemos en los seres que unos son más o menos buenos, verdaderos y nobles que otros, y lo mismo sucede con las diversas cualidades. Pero el más y el menos se atribuye a las cosas según su diversa proximidad a lo máximo, y por esto se dice lo más caliente de lo que más se aproxima al máximo calor. Por tanto, ha de existir algo que sea verísimo, nobilísimo y óptimo, y por ello ente o ser supremo; pues, como dice el Filósofo, lo que es verdad máxima es máxima entidad. Ahora bien, lo máximo en cualquier género es causa de todo lo que en aquel género existe, y así el fuego, que tiene el máximo calor, es causa del calor de todo lo caliente, según dice Aristóteles. Existe, por consiguiente, algo que es para todas las cosas causa de su ser, de su bondad y de todas sus perfecciones, y a esto llamamos Dios.
La quinta vía se toma del gobierno del mundo. Vemos, en efecto, que las cosas que carecen de conocimiento, como los cuerpos naturales, obran por un fin, como se comprueba observando que siempre, o casi siempre, obran de la misma manera para conseguir lo que más les conviene; por donde se comprende que no van a su fin obrando al acaso, sino intencionadamente. Ahora bien, lo que carece de conocimiento no tiende a un fin si no lo dirige alguien que entienda y conozca, a la manera como el arquero dirige la flecha. Luego existe un ser inteligente que dirige todas las cosas naturales a su fin, y a éste llamamos Dios.
SOLUCIONES. 1.- Dice San Agustín que, "siendo Dios el bien supremo, de ningún modo permitiría que hubiese en sus obras mal alguno si no fuese tan omnipotente y bueno que del mal sacase bien". Luego pertenece a la infinita bondad de Dios permitir los males para de ellos obtener los bienes.
2.- Como la naturaleza obra para conseguir un fin en virtud de la dirección de algún agente superior, en lo mismo que hace la naturaleza interviene Dios como causa primera. Asimismo, lo que se hace deliberadamente, es preciso reducirlo a una causa superior al entendimiento y voluntad humanos, porque éstos son mudables y contingentes, y lo mudable y contingente tiene su razón de ser en lo que de suyo es inmóvil y necesario, según hemos dicho.


Y hasta aquí la demostración que elaboró Santo Tomás para probar la existencia de Dios.
Te presento este argumento mi estimado josesanchez, pero no es el único; Santo Tomás de Aquino no nada mas se dedicó a argumentar sobre la existencia de Dios, también nos hablo de muchos otros temas doctrinales lo que demuestra la grandeza de nuestra doctrina.

Por fin pones algo que merece ser leído.
Aristóteles es un personaje digno de admirar.

Pero recuerda que la Biblia es nuestra máxima autoridad para nuestras creencias. (¿entonces que me dices de las atalayas y las montañas de libros y revistas que fabrica la watchtower?)




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Mensaje  javi Mar Jul 24, 2012 12:00 pm

Le copio un extracto de la contraportada de cualquier revista "La Atalaya" que encuentre.
"[...] Esta publicación, editada sin interrupción desde 1879 por los testigos de Jehová, es políticamente neutral y reconoce la Biblia como máxima autoridad"

Con esto queda contestada su pregunta.





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Mensaje  macabeo777 Mar Jul 24, 2012 4:47 pm

javi escribió:Le copio un extracto de la contraportada de cualquier revista "La Atalaya" que encuentre.
"[...] Esta publicación, editada sin interrupción desde 1879 por los testigos de Jehová, es políticamente neutral y reconoce la Biblia como máxima autoridad"

Con esto queda contestada su pregunta.


jajajajajajaaaaa Una cosa es que pongan esa nota y otra muy diferente que sean congruentes con ello, basta recordar que es a través de ella que han lanzando sus falsas profecías del fin ¿o no?

Así que descalificados como voceros de Dios.
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Mensaje  javi Mar Jul 24, 2012 6:47 pm

Es muy distinto creer que el fin llegará en una fecha a profetizar que el fin vendrá en una fecha. No mientas, nunca hemos profetizado ninguna fecha.
El "esclavo fiel y discreto" de los testigos de Jehová sí puede calificar como voceros de Dios, puesto que enseña la verdad de la Biblia tal y como se entendía en el tiempo de los apóstoles.

Recuerdo que esta conversación está derivando a asuntos que no tienen nada que ver con el post original.
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Mensaje  agnostico100 Sáb Jul 28, 2012 4:55 pm

javi escribió:Es muy distinto creer que el fin llegará en una fecha a profetizar que el fin vendrá en una fecha. No mientas, nunca hemos profetizado ninguna fecha.
El "esclavo fiel y discreto" de los testigos de Jehová sí puede calificar como voceros de Dios, puesto que[b] enseña[/b] la verdad de la Biblia tal y como se entendía en el tiempo de los apóstoles.

Recuerdo que esta conversación está derivando a asuntos que no tienen nada que ver con el post original.


Señor javi, tenga un poco de congruencia con usted mismo, ¿acaso no lee lo que escribe?

Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.
profetizar
tr. Anunciar o predecir [las cosas] distantes o futuras en virtud del don de profecía.
fig.Conjeturar.

Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe:
profetizar
tr. Anunciar o predecir hechos futuros en virtud del don de profecía:
el Apocalipsis profetiza el fin del mundo.
Conjeturar o hacer juicios a través de indicios o señales:

Diccionario de sinónimos y antónimos © 2005 Espasa-Calpe:
profetizar
adivinar, predecir, anunciar, presagiar, pronosticar, vaticinar, prever, ver, intuir, presentir, asegurar

profetizar
Wikcionario
Etimología: del latín prophetizare, con el mismo significado
Acepciones
Verbo transitivo
1
Anunciar o predecir las cosas distantes futuras, en virtud del don de la profecía.
2
Conjeturar o hacer juicios del éxito de una cosa por medio de unas señales que se han observado.

¿Está claro? usted mismo lo esta diciendo que su cuerpo gobernante comunica "la verdad", pues es su cuerpo gobernante, a través de su órgano oficial "La Atalaya" y sus publicadores "los testigos de jehová" quien ha predecido el fin y, si fuera verdad la insolencia de usted que comunican la verdad de la Biblia, considerando que la Biblia es Palabra de Dios, pues están tachando de mentiroso a Dios porque les comunicó una mentira.

Usted mismo ha puesto en evidencia que es una secta mentirosa dedicada a esparcir mentiras.
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Mensaje  javi Dom Jul 29, 2012 12:36 am

Nunca hemos profetizado el fin de nada.
Como no son capaces de argumentar con la Biblia, porque tampoco conocen a Dios, su único fin es esparcir mentiras maliciosas y envenenar y pudrir la verdad...sigan en sus inútiles retiros y con su vana adoración, porque nadie les va a salvar de su ruina.

Juan 8:43-45
. . .¿Por qué no saben ustedes lo que hablo? Porque no pueden escuchar mi palabra. 44 Ustedes proceden de su padre el Diablo, y quieren hacer los deseos de su padre. Ese era homicida cuando principió, y no permaneció firme en la verdad, porque la verdad no está en él. Cuando habla la mentira, habla según su propia disposición, porque es mentiroso y el padre de [la mentira]. 45 Porque yo, por otra parte, digo la verdad, ustedes no me creen.


¿Alguien va a argumentar sobre el tema del post?


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Mensaje  agnostico100 Lun Ago 06, 2012 5:19 pm

javi escribió:Nunca hemos profetizado el fin de nada.
Como no son capaces de argumentar con la Biblia, porque tampoco conocen a Dios, su único fin es esparcir mentiras maliciosas y envenenar y pudrir la verdad...sigan en sus inútiles retiros y con su vana adoración, porque nadie les va a salvar de su ruina.

Juan 8:43-45
. . .¿Por qué no saben ustedes lo que hablo? Porque no pueden escuchar mi palabra. 44 Ustedes proceden de su padre el Diablo, y quieren hacer los deseos de su padre. Ese era homicida cuando principió, y no permaneció firme en la verdad, porque la verdad no está en él. Cuando habla la mentira, habla según su propia disposición, porque es mentiroso y el padre de [la mentira]. 45 Porque yo, por otra parte, digo la verdad, ustedes no me creen.


¿Alguien va a argumentar sobre el tema del post?



¿Se puede concebir mayor descaro y testarudez? Se te esta demostrando lo que significa "profetizar", se te esta demostrando que, de acuerdo a esa definición, ustedes han profetizado, y te aferras a "no hemos profetizado", eso demuestra tu temor a aceptar una verdad del tamaño del mundo.
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Mensaje  agnostico100 Lun Ago 06, 2012 5:22 pm

Referente al tema, pues hasta este momento no han logrado ustedes exponer un argumento convincente para un ateo, ¿que esperas pues que no lo haces?

La Iglesia Católica es la única que tiene argumentos para dialogar el tema, por eso la pregunta fue presentada para ustedes; adelante, expon tus razonamientos pero acuerdate que es un ateo y no le salgas con la Biblia porque ellos no la aceptan.
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Mensaje  javi Mar Ago 14, 2012 12:27 pm

He expuesto el tema de forma lógica y convincente para un ateo, que por cierto, no contesta. Puede verse mi respuesta más arriba.

Para vosotros "profetizar" es un concepto muy estrecho de miras y muy interesado, pero si leyeras nuestras publicaciones con honradez, verías que nosotros nunca hemos "profetizado" en el sentido que tú quieres ver, puesto que desde siempre hemos tenido claro que no tenemos el don de profetizar (ni nosotros ni nadie) como el que existía en algunas ocasiones en los profetas de la antigüedad.


1 Corintios 13:8 Nueva Versión Internacional (NVI)
8 El amor jamás se extingue, mientras que el don de profecía cesará...


Salu2
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Mensaje  jose pablo Miér Ago 15, 2012 9:13 am

javi escribió:He expuesto el tema de forma lógica y convincente para un ateo, que por cierto, no contesta. Puede verse mi respuesta más arriba.

Para vosotros "profetizar" es un concepto muy estrecho de miras y muy interesado, pero si leyeras nuestras publicaciones con honradez, verías que nosotros nunca hemos "profetizado" en el sentido que tú quieres ver, puesto que desde siempre hemos tenido claro que no tenemos el don de profetizar (ni nosotros ni nadie) como el que existía en algunas ocasiones en los profetas de la antigüedad.


1 Corintios 13:8 Nueva Versión Internacional (NVI)
8 El amor jamás se extingue, mientras que el don de profecía cesará...


Salu2

Bueno, yo conozco a josésanchez, estoy seguro que es una persona que sabe de que habla y sus argumentos y cuestionamientos son dificiles de rebatir, participamos en un mismo foro, voy a ponerle un mensaje de que lo buscas en estos lugares para que venga a atenderte, no te va a gustar, pero yo le paso tu recado.

jose pablo

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Mensaje  agnostico100 Miér Ago 15, 2012 9:31 am

[quote="jose pablo"]
javi escribió:He expuesto el tema de forma lógica y convincente para un ateo, que por cierto, no contesta. Puede verse mi respuesta más arriba.

Para vosotros "profetizar" es un concepto muy estrecho de miras y muy interesado, pero si leyeras nuestras publicaciones con honradez, verías que nosotros nunca hemos "profetizado" en el sentido que tú quieres ver, puesto que desde siempre hemos tenido claro que no tenemos el don de profetizar (ni nosotros ni nadie) como el que existía en algunas ocasiones en los profetas de la antigüedad.


1 Corintios 13:8 Nueva Versión Internacional (NVI)
8 El amor jamás se extingue, mientras que el don de profecía cesará...
Salu2


Bueno, yo conozco a josésanchez, estoy seguro que es una persona que
sabe de que habla y sus argumentos y cuestionamientos son dificiles de
rebatir, participamos en un mismo foro, voy a ponerle un mensaje de que
lo buscas en estos lugares para que venga a atenderte, no te va a
gustar, pero yo le paso tu recado.


jajajaja yo también estoy seguro que no le va a gustar, con los
"argumentos" que carga este señor no tiene ningún chance con
josesanchez; ya se lo dijo, si no cree en la existencia de Dios ¿cómo le
vas a hablar de la Biblia y mucho menos de que es Palabra de Dios?

Fijate
que "argumento tan convincente "el domicilio perfecto de la tierra",
vamos señor testigo, usted esta hablando de las circunstancias y
situación de la tierra en el universo, desde luego que estas condiciones
son las adecuadas para los seres que vivimos sobre ella ya que esas
condiciones son las que dice la ciencia actuaron para que brotara la
vida en este planeta, lo mismo sucedera con las formas de vida que se
desarrollen en cualquier otro planeta, estará adecuada a la situación
astronómica de su cuerpo celeste, ¿en qué forma eso habla de la
existencia de un dios? no venga con niñerías.
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Mensaje  jose pablo Vie Ago 17, 2012 1:04 am

"josesanchez"escribió:

En este mundo en que vivimos, y quizá también fuera de él, hay infinidad de religiones y cada una de ellas predica su particular doctrina como si fuese la única verdadera; es decir, todas están
convencidas de que las demás son falsas.[/size]


Prácticamente la totalidad de las tendencias religiosas adoran a un ser supremo y omnipotente al que consideran creador de todo lo que vemos y conocemos. Del mismo modo, en casi todas las doctrinas hay un premio o un castigo que recibiremos después de la muerte, en función de nuestro comportamiento durante la vida.

Salvando ciertos matices y si analizamos debidamente la cuestión, podremos observar que no hay diferencias de fondo entre todas las religiones existentes.

Según estas enseñanzas, es fundamental adorar y amar a ese ser supremo creador de todo, no hay que hacer daño a nadie y se deben seguir ciertas reglas que nunca difieren demasiado de las más ateas normas de convivencia.

________________________________-


_____________________________________--



__________________________________

Un saludo respetuoso mi fino amigo; -como siempre- me da gusto dialogar contigo, creo que cada día vas logrando tu proposito de encontrarte con la Verdad.-

No creo que aquí vayas a encontrar la respuesta adecuada a tu inquietud, ya hemos dialogado este punto y creo que es interesante volver a insistir sobre ello.

De vez en cuando los científicos nos sorprenden gratamente con sus declaraciones. No me refiero sólo a sus investigaciones y descubrimientos, que también, sino a sus reflexiones sobre la realidad y la vida, que a veces llaman la atención por no estar en sintonía con las posturas habituales o por no guardar continuidad con planteamientos anteriores. Estos pronunciamientos son significativos porque dejan entrever que quizá algo esté cambiando en las históricamente convulsas y complejas relaciones de la ciencia con el pensamiento filosófico y sobre todo religioso.

Hace unos meses, el sociobiólogo E. O. Wilson, famoso por sus estudios sobre el comportamiento comunitario de las hormigas y por afirmar con contundencia que sólo somos simios dotados de conciencia, publicaba su libro 'La creación'. Pero la noticia llamativa es que ahora ha decidido reunirse con diferentes líderes religiosos para trabajar conjuntamente por la preservación de la naturaleza y la concienciación ecológica, pues piensa que la religión y la ciencia son los dos grandes motores de la humanidad. También el conocido matemático de Oxford Roger Penrose ('El camino a la realidad'), en una reciente entrevista en 'XL Semanal', además de reconocer con sinceridad las limitaciones actuales de la ciencia y sus discrepancias con teorías como los universos paralelos o la mecánica cuántica, mostraba su respeto por lo religioso y no descartaba la posibilidad de una colaboración entre ciencia y religión. Para algunos científicos parece que comienza a no ser tabú ni vergonzante hablar de religión. Y no sólo eso, algunos hasta se atreven a manifestar su aprecio por lo espiritual, aunque sólo sea en un sentido genérico en consonancia con las corrientes orientalistas y místicas tan de moda ahora en el mundo occidental. No hay más que leer los trabajos de autores como Paul Davis ('La mente de Dios'), Francisco J. Rubia ('La conexión divina') o Ken Wilber ('Breve historia de todas las cosas').
Recuerdo que allá por el año 92, en la Universidad Pontificia de Salamanca, J. L. Ruiz de la Peña lamentaba la escasa atención que los científicos prestan al pensamiento teológico. A los que asistíamos a su curso sobre 'La pregunta por el sentido' nos sorprendió el interés de este teólogo por el discurso de la ciencia. Lamentablemente, aún hoy, la dificultad para entablar un auténtico diálogo entre lo científico y lo religioso viene propiciada en muchas ocasiones por prejuicios e ignorancias. Un buen ejemplo puede ser el último libro de Eduardo Punset, 'El alma está en el cerebro'. El ambiguo título —tal vez intencionado— parece sugerir, para regocijo del materialista y sorpresa del creyente, que el alma y el cerebro son la misma cosa. Pero la cuestión está en que para el cristiano no debería haber ninguna dificultad en esta expresión, pues desde una antropología unitaria y bíblica afirmar la interdependencia de lo físico y lo espiritual es pertinente. Que el alma, como principio espiritual, está en relación con el cerebro pero no es el cerebro ni se identifica con él, es compatible con la teología católica. Este tipo de malentendidos, que en este caso implica presuponer que la antropología religiosa es dualista (alma y cuerpo separados, y hasta platónicamente enfrentados), es lo que muchas veces dificulta un verdadero encuentro entre la religión y la ciencia. Como señala Fernando Mesquida lo que sucede es que «algunas mentalidades siguen todavía ancladas en los mismos esquemas de pensamiento y creencias que reactivamente se suscitaron en la sociedad victoriana del siglo XIX». Y no sólo en el ámbito religioso, donde unos no han superado la lectura literalista de la Biblia, sino también en el científico donde otros se mantienen en posturas materialistas excluyentes.

Jorge Wagensberg, director del Museo de la Ciencia de Barcelona, propone que «nunca te preguntes el por qué de las cosas, sino el cómo». Puede ser una frase ingeniosa, pero poco realista. El ser humano está interesado en conocer los mecanismos del cosmos y de la mente, pero también en su origen y finalidad. Por eso la experiencia religiosa brota desde la racionalidad y necesidad de totalidad, preocupándose no sólo por el hecho de la muerte sino por el sentido de la vida. Hasta F. Nietzsche llegó a decir que «quien tiene un por qué para vivir puede soportar cualquier cómo». Los científicos materialistas deberían reconocer que hacer una lectura atea de sus investigaciones no es más que una hipótesis metafísica —en definitiva una creencia— sobre la realidad, y que desde una actitud sincera la visión cristiana (Dios como ser personal, que crea, se revela, salva e interviene en el mundo a través del hombre) es al menos tan respetable como la suya. Lo evidente es que el Misterio nos envuelve y nos interpela. Y que al final, la confianza —fiarse de, creer en— es lo que cuenta en la vida. Ciencia y religión fueron rivales durante mucho tiempo, desconocidas un largo periodo, y ahora ojalá comiencen a ser compañeras de viaje. Entre ambas no debe haber conflicto, ni sólo independencia y diálogo, sino integración. Estudios como el de Denis Edwards en 'El Dios de la evolución' son muy alentadores. La ciencia siempre será necesaria para conocer lo penúltimo, el cómo de la realidad, pero sólo la apertura a lo trascendente nos llevará a situarnos en el por y para qué, en aquello que confiere sentido último a la existencia.


«El científico es el sacerdote de la Edad Moderna», se oye hoy con mucha frecuencia. Se alza la vista hacia él, se le mira con profundo respeto, se cree lo que dice (¿qué otro remedio nos queda? Él ha estudiado su asunto y nosotros no. El sabe...). Su palabra es dogma. Sus ornamentos son blancos. Y numerosos monaguillos le llenan de incienso con cualquier motivo.

Bien, hoy es un hombre considerablemente más razonable que hace unos cincuenta años. Entonces opinaba: «Sabemos muchísimo; dentro de un par de generaciones lo sabremos todo». Hoy dice: ¡«Sabemos muy poco y cuanto más sabemos, tanto más comprendemos cuántas cosas nos quedan por saber y que la mayoría de las cosas probablemente no las sabremos jamás!». Y «Sabemos cada vez más y más, de cada vez menos y menos!».

Eso es humildad. Y la humildad es el verdadero principio de la sabiduría. La palabra humildad significa sumisión, es decir voluntad de servicio.

No hace todavía cien años, el científico solía decir: «¡Sólo creo lo que veo!». Hoy sabe que precisamente de lo que ve es de lo que no puede fiarse; pues nuestros sentidos son toscos y poco dignos de confianza. Cuando sumergimos en el agua un palo recto, veremos un ángulo que en realidad no existe. El «sólido» cuerpo humano es en realidad una masa de células, y esas células a su vez son acumulaciones gigantescas de átomos que se mueven a velocidad de vértigo. Ningún científico ha conseguido ver un átomo, pero sabe que existe, lo mismo que sabe que incluso fuera de la esfera visual del ultramicroscopio existen todavía virus invisibles.

Y cuando en El Álamo, en Nuevo Méjico, ascendió al cielo la espantosa seta venenosa de la primera bomba atómica, su principal constructor, el Dr. Robert Oppenheirner exclamó consternado: «Nosotros los físicos hemos inventado el pecado». Decir esto significa un gran paso adelante.

Tarde o temprano todos comprenderán que la ciencia no es otra cosa que el intento del hombre por investigar la voluntad de Dios en la naturaleza.


jose pablo

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Fecha de inscripción : 15/08/2012

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