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Citas de los Padres de la Iglesia sobre la Trinidad

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Citas de los Padres de la Iglesia sobre la Trinidad Empty Citas de los Padres de la Iglesia sobre la Trinidad

Mensaje  Testigo de Jesucristo Vie Nov 02, 2012 10:13 pm

Aunque las citas de los primeros padres no son de tanta autoridad como lo es la Biblia, es de mucha ayuda


1- Clemente de Alejandría (150 – 217 d.C.)


“Entonces, hubo una Palabra que importaba una eternidad sin inicio; como así también la Palabra misma, es decir, el Hijo de Dios, quien por igualdad de sustancia, es uno con el Padre, eterno y sin crear.” — The Ante-Nicene Fathers (Los Padres Ante Nicea), vol 2, p. 574 (Traducio del inglés)
“…la Palabra Divina, Él que es la verdadera y más manifiesto Deidad, Él que es hecho igual al Señor del universo.” — The Ante-Nicene Fathers Fathers (Los Padres Ante Nicea), vol 2, p. 202 (Traducido del inglés)

“No comprendo nada más que aquello que la Santa Trinidad da a entender; ya que el tercero es el Espíritu Santo, y el Hijo es el segundo, por el cual todas las cosas fueron hechas de acuerdo a la voluntad del Padre.”—The Ante-Nicene Fathers (Los Padres Ante Nicea), vol 2, p. 468 (Traducido del inglés)


2- Justino Mártir (100 – 168 d.C.)

“Para que en el nombre de Dios el Padre y Señor del universo y de nuestro Salvador Jesucristo y del Espíritu Santo, reciban entonces ellos, el lavamiento con agua” (Primera Apol., LXI).

"A El [el "Dios verdaderísimo"] y al Hijo, que de El vino y nos enseñó todo esto ... y al Espíritu profético, le damos culto y adoramos, honrándolos con razón y verdad" (Primera Apología 6: 2; en D. Ruiz Bueno, Ed., Padres Apologetas Griegos, pág. 187)
"entonces toman en el agua el baño en el nombre de Dios, Padre y Soberano del universo, y de nuestro Salvador Jesucristo, y del Espíritu Santo." ( Primera Apología 61:3; en Ruiz Bueno, Padres Apologetas Griegos, pág. 250).

“…nuestro Cristo conversó con él [Moisés] bajo la aparición de fuego de una zarza… ‘el Ángel de Jehová le dijo a Moisés, … ‘yo soy el que soy, el Dios de vuestros padre, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob’…el Padre del universo tiene un Hijo; quien también, siendo el Verbo de Dios primer engendrado, aún es Dios. Y en la antigüedad Él apareció en la forma de fuego y en la semejanza de un ángel a Moisés y a los otros profetas .” —The Ante-Nicene Fathers, (Los Padres Ante Nicea),vol. 1, p. 184 (Traducido del inglés)


>>>Justino Martir creia profundamente que Jesus era el ser quien habia tomado una pariencia de angel y se le revelo a moises en el monte sinai diciendo en Exo 3:6 Y añadió: Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. <<< (Palabras mias)


3- Ignacio de Antioquía (? - 107 d.C.) murió 98/117).

“En Cristo Jesús nuestro Señor, por quien y con quien sea la gloria y el poder al Padre con el Espíritu Santo por siempre” (n. 7; PG 5.988).

“También tenemos como Médico al Señor nuestro Dios Jesús el Cristo el unigénito Hijo y Palabra, antes de que el tiempo empezara, pero que después también se convirtió en hombre, de María la virgen. Porque ‘la Palabra fue hecha carne.’ Siendo incorpóreo, Él estaba en el cuerpo; siendo inmutable, Él estaba en un cuerpo adecuado; siendo inmortal, Él estaba en un cuerpo mortal; siendo vida, Él se convirtió sujeto a corrupción, para que pudiera liberar nuestras almas de la muerte y corrupción, y sanarlas, y poderlas restaurar hasta la salud, cuando estas estaban enfermas con impiedades y lujurias malvadas.” (Alexander Roberts y James Donaldson, ediciones, Los Padres anteriores a Nicea, Grand Rapids: Eerdmans, 1975 rpt., Vol. 1, p. 52, Efesios 7).


"sois piedras del templo del Padre, preparadas para la construcción de Dios Padre, levantadas a las alturas por la palanca de Jesucristo, que es la cruz, haciendo veces de cuerda el Espíritu Santo." (Carta a los Efesios, 9: 1; Ruiz Bueno, o.c., pág. 452-453).
"La verdad es que nuestro Dios Jesús, el Ungido, fue llevado por María en su seno conforme a la dispensación de Dios [Padre]; del linaje, cierto, de David; por obra, empero, del Espíritu Santo." (Carta a los Efesios, 17:2; Ruiz Bueno, Padres Apostólicos, pág. 457).


4-Policarpo (70-155/160).


“Oh Señor Dios Todopoderoso…Te bendigo y glorifico a través del eterno y divino sumo sacerdote Jesucristo, tu Hijo amado, por medio del cual sea gloria a ti, con Él y el Espíritu Santo, ambos ahora y siempre” (n. 14, ed. Funk; PG 5.1040).


"Señor Dios omnipotente: Padre de tu amado y bendecido siervo Jesucristo ... Yo te bendigo, porque me tuviste por digno de esta hora, a fin de tomar parte ... en la incorrupción del Espíritu Santo... Tú, el infalible y verdadero Dios. Por lo tanto, yo te alabo ... por mediación del eterno y celeste Sumo Sacerdote, Jesucristo, tu siervo amado, por el cual sea gloria a Ti con el Espíritu Santo, ahora y en los siglos por venir" (Martirio de San Policarpo, 14:1-3, en D. Ruiz Bueno, Ed., Padres Apostólicos, p. 682).

5-Teófilo de Antioquia (? - ~200 d.C.)

"Igualmente también los tres días que preceden a la creación de los luminares son símbolos de la Trinidad, de Dios, de su Verbo y de su Sabiduría [el Espíritu]" (Tres libros a Autólico II:15; en Ruiz Bueno, Padres Apologetas Griegos, pág. 805).


6-Tertuliano (160d.C - 220 d.C.)


“Identificamos que hay el Padre y el Hijo y tres con el Espíritu Santo, y este número es hecho por el modelo de salvación…[el cual] trae acerca de la unidad en la trinidad, interrelacionando los tres, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Ellos son tres, no en dignidad, sino en grado, no en sustancia sino en forma, no en poder sino en clase. Ellos son de una sustancia y poder, debido a que hay un solo Dios de quien estos tres grados, formas y clases delegan en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.” (Adv. Prax. 23; PL 2.156-7).

“Si el número de la Trinidad también le ofende… le pregunto cómo es posible que un Ser que es simplemente y absolutamente Único y Singular, hable en la frase plural, diciendo, ‘Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza;’…No, fue porque Él ya tenía a su Hijo a su lado, como una segunda Persona, su propia Palabra, y una tercera Persona también, el Espíritu en la Palabra…”—The Ante-Nicene Fathers, , (Los Padres Ante Nicea), vol 3, p. 606 (Traducido del inglés)

“Me refiero a la Palabra de Dios…Ahora, si Él también es Dios, según Juan (quien dice,) ‘El Verbo era Dios’, entonces uno tiene dos Seres…Sin embargo, en cuál sentido uno debe entender que Él sea otro, ya lo expliqué, con motivo de Personalidad, no de Sustancia; como forma de distinción, no de división.Pero aunque en todas partes debo sostener una sola sustancia en tres (Personas) coherentes e inseparables…” —The Ante-Nicene Fathers, (Los Padres Ante Nicea),vol 3, p. 607 (Traducido del inglés)

7-Orígenes (185 – 254 d.C.)


“Por que si este fuera el caso [si el Espíritu Santo no fuera eterno como lo es, y hubiera recibido conocimiento en algún tiempo y después se hubiera convertido en el Espíritu Santo], por ejemplo, el Espíritu Santo nunca sería contado en la unidad de la Trinidad, junto con el Padre inmutable y Su Hijo, a menos que Él hubiera sido siempre el Espíritu Santo.” (Alexander Roberts y James Donaldson, ediciones, Los Padres anteriores a Nicea, Grand Rapids: Eerdmans, 1975 rpt., Vol. 4, p. 253, de Principiis, 1.111.4)

“Aun más, nada en la Trinidad puede ser llamado mayor o menor, ya que la sola fuente de la divinidad contiene todas las cosas por Su palabra y razón y por el Espíritu de Su boca santifica todas las cosas las cuales son meritorias de santificación…” (Roberts y Donaldson, Los Padres anteriores a Nicea, Vol. 4, p. 255, de Principii., I. iii. 7).

"Más aún, nada en la Trinidad puede ser llamado mayor o menor, ya que la fuente de la divinidad sola contiene todas las cosas por Su palabra y razón, y por el Espíritu de Su boca santifica todas las cosas dignas de ser santificadas... Habiendo hecho estas declaraciones concernientes a la Unidad del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, retornemos al orden en el cual comenzamos la discusión. Dios el Padre otorga, ante todo, la existencia; y la participación en Cristo, considerando que Su ser es la palabra de la razón, los torna seres racionales ... [y] es la gracia del Espíritu Santo presente por la cual aquellos seres que no son santos por esencia, pueden ser tornados santos por participar de ella" (Sobre los principios I, 3: 7-8, en Roberts and Donaldson, pág. 255).


8-Ireneo de Lyon (140 d.C.- 202 d.C.) (115-190)


“La Iglesia, aunque dispersa a través de todo el mundo, aún hasta los fines de la tierra, ha recibido de los apóstoles y sus discípulos esta fe: …un Dios, el Padre Todopoderoso, Creador del cielo, y tierra, y el mar, y todas las cosas que se encuentran en estos; y en un Cristo Jesús, el Hijo de Dios, el cual se encarnó para nuestra salvación; y en el Espíritu Santo, proclamado a través de los profetas, de las dispensaciones de Dios, y los advenimientos, y por el nacimiento de una virgen, y la pasión, y la resurrección de los muertos, y la ascensión en el cielo en la carne del amado Cristo Jesús, nuestro Señor, y Su manifestación desde el cielo en la gloria del Padre ‘para reunir todas las cosas en uno’, y para levantar de nuevo a toda carne de toda la raza humana, para que a Cristo Jesús, nuestro Señor, y Dios, y Salvador, y Rey, de acuerdo a la voluntad del Padre invisible, toda rodilla se doblará, de las cosas en el cielo, y las cosas en la tierra, y las cosas bajo la tierra, y que cada lengua lo confesará a él, y que Él ejecutará juicio justo hacia todos…” (Contra las Herejías X.I).

«Cristo Jesús, el Hijo de Dios; quien, a causa de su sobreabundante amor hacia Su creación, condescendió en nacer de una virgen, uniendo él mismo al hombre a través de Sí mismo con Dios ...


9- Atenágoras de Atenas ( Segunda mitad del siglo II)

"¿Quién, pues, no se sorprenderá de oír llamar ateos a quienes admiten un Dios Padre y a un Dios Hijo y un Espíritu Santo, que muestran su potencia en la unidad y su distinción en el orden?" (Legación a favor de los cristianos, 10; en Ruiz Bueno, Padres Apologetas Griegos, pág. 661)

10- Tertuliano de Cartago (160-215).


"Definimos que existen dos, el Padre y el Hijo, y tres con el Espíritu Santo, y este número está dado por el modelo de la salvación ... [el cual] trae unidad en trinidad, interrelacionando los tres, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Ellos son tres, no en dignidad, sino en grado; no ensustancia sino en forma; no en poder, sino en clase. Ellos son de una sustancia y poder, porque hay un Dios de quien estos grados, formas y clases se muestran en el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo." (Contra Praxíteles, 23; PL 2.156-7).
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Citas de los Padres de la Iglesia sobre la Trinidad Empty Los Padres Apostólicos: ¿verdaderos sucesores de los apóstoles?

Mensaje  Karlos70 Sáb Nov 03, 2012 11:20 pm

A PRINCIPIOS del siglo II de nuestra era, ciertas enseñanzas falsas comenzaron a enturbiar las aguas puras del cristianismo verdadero. Tal como se había predicho por inspiración divina, tras la muerte de los apóstoles, algunos se apartaron de la verdad y prefirieron creer en “mitos” (2 Timoteo 4:3, 4, nota). Alrededor del año 98, Juan —el único apóstol que quedaba vivo— advirtió a los cristianos fieles contra los que “trata[ban] de extraviarlos” con creencias falsas (1 Juan 2:26; 4:1, 6).

Poco después aparecieron en escena quienes llegaron a conocerse como los Padres Apostólicos. ¿Qué hicieron ellos ante esa ola de enseñanzas falsas? ¿Prestaron atención a la advertencia que Juan había dado movido por el espíritu santo?

¿Quiénes eran?

Se les llama “Padres Apostólicos” a los escritores religiosos que supuestamente fueron instruidos por alguno de los apóstoles o por los discípulos de estos. Vivieron entre finales del siglo I y mediados del siglo II. Algunos de ellos fueron Clemente de Roma, Ignacio de Antioquía, Papías de Hierápolis y Policarpo de Esmirna. Entre los escritos de esta época figuran también las obras de autores desconocidos, tituladas la Didaché, la Epístola de Bernabé, el Martirio de Policarpo y la llamada Segunda carta de Clemente a los Corintios.

Es difícil saber con certeza hasta qué grado armonizaban las enseñanzas de los Padres Apostólicos con las de Jesucristo. Lo que no se puede negar es que ellos pretendían preservar o promover cierta clase de cristianismo. Condenaban la idolatría y el libertinaje, y sostenían que Jesús era el Hijo de Dios y que había sido resucitado. Con todo, no pudieron contener la marea de ideas apóstatas; al contrario, algunos incluso la alimentaron con sus propias enseñanzas.

¿Solo unos ligeros cambios?

En cierto momento, las aguas del cristianismo empezaron a enturbiarse con enseñanzas distintas a las de Jesús y sus apóstoles. Por ejemplo, a diferencia del procedimiento que Jesús había instituido en la Cena del Señor (llamada también la Última Cena), la Didaché señalaba que había que pasar primero el vino y después el pan (Mateo 26:26, 27). Al hablar del bautismo, autorizaba que se derramara agua en la cabeza del candidato en caso de no haber una masa de agua en la cual sumergirlo (Marcos 1:9, 10; Hechos 8:36, 38). La misma obra también ordenaba ayunar dos veces a la semana y rezar el padrenuestro tres veces al día (Mateo 6:5-13; Lucas 18:12).

Ignacio de Antioquía, por su parte, dispuso una nueva forma de organizar la congregación cristiana: un solo obispo presidiría “en lugar de Dios” y ejercería autoridad sobre muchos sacerdotes. Tales reformas sirvieron de punto de partida para nuevas oleadas de enseñanzas antibíblicas (Mateo 23:8, 9).

Cayeron en la exageración y la idolatría

Algunos Padres Apostólicos se desviaron de la verdad al creer en afirmaciones exageradas. Papías de Hierápolis, por ejemplo, tenía sed de la verdad y citaba de las Escrituras Griegas Cristianas. Sin embargo, creía que durante el predicho Reinado Milenario de Cristo crecerían vides, cada una de las cuales tendría 10.000 cepas, y cada cepa 10.000 ramas, y cada rama 10.000 ramitas, y cada ramita 10.000 racimos, y cada racimo 10.000 uvas, y de cada uva se obtendría el equivalente a 1.000 litros de vino (1.000 cuartos de galón).

El caso de Policarpo de Esmirna fue distinto. Se dice que lo instruyeron los apóstoles y otros discípulos directos de Jesús. Todo parece indicar que este hombre, que solía citar de las Escrituras, regía su vida por los principios bíblicos. De hecho, prefirió sufrir una muerte de mártir antes que renunciar a la fe cristiana.

No obstante, la devoción que algunos creyentes le rindieron llegó a rayar en la idolatría. Tras la muerte de Policarpo, los fieles de Esmirna hicieron todo lo posible por recuperar sus huesos porque, como indica la obra Martirio de Policarpo, los consideraban “más preciosos que piedras de valor y más estimados que oro puro”. Es evidente, pues, que para entonces ya estaban emergiendo a borbotones las turbias aguas de la apostasía.

Obras apócrifas

Algunos Padres Apostólicos reconocían como inspiradas por Dios ciertas obras que no formaban parte del canon bíblico. Por ejemplo, Clemente de Roma citó de los libros apócrifos de Sabiduría y Judit. Y en su Epístola a los Filipenses, el propio Policarpo dio crédito a las palabras del libro de Tobías de que las limosnas pueden librar de la muerte.

En el siglo II, los evangelios apócrifos divulgaron relatos falsos sobre la vida de Jesús, pasajes que muchas veces los Padres Apostólicos consideraron legítimos. Ignacio de Antioquía, por su parte, citó de la obra espuria llamada el Evangelio según los Hebreos. Respecto a Clemente de Roma, una fuente comenta: “El conocimiento que tiene de Jesús no parece provenir de los Evangelios, sino de documentos no canónicos”.

Una oleada de mentiras

Al explicar la fe cristiana basándose en mitos, ideas místicas y diversas filosofías, los Padres Apostólicos abrieron paso a una oleada de mentiras. Pongamos por caso a Clemente, quien recurrió a la historia mitológica del Ave Fénix para explicar la enseñanza de la resurrección. ¿Qué tenía esto de malo? Pues bien, esta ave legendaria, que supuestamente renacía de sus propias cenizas, se relacionaba con la adoración al Sol en el antiguo Egipto.

Otro autor que distorsionó la verdad bíblica fue el que escribió la Epístola de Bernabé, donde se interpretaba toda la Ley mosaica como una alegoría. Así, los animales limpios (rumiantes con la pezuña partida) representaban a las personas justas que meditan —o “rumian”— las enseñanzas de la Palabra de Dios. Además, la pezuña partida en dos simbolizaba que el cristiano fiel “camina por este mundo” y, al mismo tiempo, aguarda la vida en los cielos. Dichas interpretaciones, sin embargo, no se fundamentan en las Escrituras (Levítico 11:1-3).

Las advertencias del apóstol Juan

Hacia finales del siglo I, el apóstol Juan exhortó: “Amados, no crean toda expresión inspirada, sino prueben las expresiones inspiradas para ver si se originan de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo” (1 Juan 4:1). ¡Qué oportuna resultó ser esta advertencia!

Ya para ese entonces, muchos supuestos cristianos se habían desviado de las enseñanzas de Jesús y sus apóstoles. En vez de resistir este embate de creencias falsas, los Padres Apostólicos se dejaron arrastrar por ellas y, lo que es peor, muchos llegaron a contaminar las aguas puras de la verdad.

Refiriéndose a esta clase de individuos, el apóstol Juan declaró: “Todo el que se adelanta y no permanece en la enseñanza del Cristo no tiene a Dios” (2 Juan 9). Sin duda, estas palabras escritas por inspiración divina son una clara advertencia para todos los que buscan la verdad.

Yo no tomaría en consideración seria a estos llamados -padres de la iglesia- ya que como se ha visto se dejaron llevar por la apostasía e incluso ellos estaban enturbiando al cristianismo del primer siglo.

Saludos

Rolling Eyes

bom
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