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Dudas de los testigos de jehova.

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Dudas de los testigos de jehova. - Página 2 Empty Re: Dudas de los testigos de jehova.

Mensaje  javi Vie Nov 04, 2011 4:54 pm

jureimp escribió:
javi escribió:
Hesse escribió:Hola que tal, quisiera que me guiaran porque tengo dudas acerca de la WATCHTOWER...para empezar quisiera saber porque la WATCHTOWER a profetizado FALSAMENTE en fechas como 1914,1925 y 1975 ... De Antemano gracias....Espero respuestas!

La "Watchtower" como tú dices, no ha profetizado nada. Los testigos de Jehová NUNCA hemos profetizado nada.
De hecho, estaba profetizado que no se volvería a profetizar tras la muerte de los apóstoles.
1 Corintios 12:8,13
"El amor nunca falla. Pero sea que haya dones de profetizar, serán eliminados; sea que haya lenguas, cesarán..."
"Ahora, sin embargo, permanecen la fe, la esperanza, el amor, estos tres; pero el mayor de estos es el amor."
Por lo tanto no somos falsos profetas, porque no podemos profetizar.
Sin embargo la biblia sí que está inspiarada por espíritu santo según 2 Timoteo 3:16, así que buscamos que sus enseñanzas influyan en nuestra vida, de esa forma podemos decir que NO estamos INSPIRADOS, procuramos estar INFLUIDOS por el espíritu santo. Que es algo muy distinto.

Salu2


HOLA JAVI
¿Puedes explicarme un poquito de esto que mencionas: "la biblia sí que está inspiarada (inspirada me imagino) por espíritu santo"?

imaginas bien
2 Pedro 1:21 "Porque la profecía no fue traída en ningún tiempo por la voluntad del hombre, sino que hombres hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo."
2 Timoteo 3:16 "Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia..."

La biblia ya está completa, lista para nosotros, el espíritu Santo ya no inspira a nadie para profetizar. Por eso hay que orar pidiendo por espíritu Santo para que nos ayude a entender la verdad religiosa y aplicar en nuestra vida lo que Dios desea que hagamos.
Lucas 11:13 "Por lo tanto, si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará el Padre en el cielo espíritu santo a los que le piden. . ."
Por eso la afirmación de que los Testigos de Jehová somos falsos profetas es mentira. Nadie puede profetizar hoy en día.



javi
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Dudas de los testigos de jehova. - Página 2 Empty SI PROFETIZARON LOS TJ, NO MIENTAN

Mensaje  jureimp Dom Nov 06, 2011 5:07 pm

PROFETAS, LO RECONOCEN COMO "NUESTRO SEÑOR", AHORA LE DICEN JEHOVA...EN FIN...MENTIRAS, MENTIRAS Y MENTIRAS...

¿Afirma el Testigo Fiel y Discreto ser la única y verdadera voz profética de Dios en esta tierra?

Sí, si lo afirma. En el año de 1972 la Organización se proclamó a sí misma como el profeta de Dios
Identificando al Profeta

"¿Así que tiene Jehová un profeta para que les ayude, para advertirles de los peligros y declararles las cosas que vendrán? Estas preguntas pueden responderse afirmativamente. ¿Quién es este profeta? ... Este 'profeta' no era un hombre, era un cuerpo de hombres y mujeres. Era el pequeño grupo de fieles seguidores de Jesucristo, conocido en otros tiempos como los Estudiantes Internacionales de la Biblia. Hoy son conocidos como los Testigos Cristianos de Jehová... Desde luego, es fácil decir que este grupo actúa como un 'profeta' de Dios. Otra cosa es demostrarlo." (La Atalaya, 1 abril 1972.) (Ver Dt 18:21).

1897: "Nuestro Señor, el Rey nombrado, está presente ahora, desde octubre de 1874" (“Estudios de las Escrituras” [“Studies in the Scriptures”], volumen 4, pág., 621.)
1899: “La ‘batalla del gran día del Dios Todopoderoso’ (Apocalipsis 16:14), la cual ha comenzado y que concluirá en 1914 d.C. con la completa ruina del gobierno presente de la tierra." (“El tiempo está Cerca” [“The Time Is at Hand”], página 101, edición de 1908.)
1916: "La cronología bíblica aquí presentada demuestra que los seis días de mil años que comenzaron con Adán han concluido, y que el gran Día Séptimo, de los mil años del reino de Cristo, comenzó en 1873." (“El tiempo está Cerca” [“The Time Is at Hand”], Prefacio, página ii.)
1918: "Por lo tanto, podemos confiadamente esperar que 1925 marcará el retorno de Abraham, Isaac, Jacob y los fieles profetas de la antigüedad, particularmente los mencionados por el Apóstol en Hebreos 11, en una condición de perfección humana." (“Millones que ahora viven no morirán jamás” [“Millions Now Living Will Never Die”], página 89.)
1922: "La fecha de 1925 es aun más claramente indicada por las Escrituras que la de 1914." (La Atalaya, Enero1, 1922, página 262.)
1923: "Nuestro pensamiento es que 1925 está definitivamente establecido por las Escrituras. Con respecto a Noé, los cristianos ahora tienen mucho más para basar su fe que la que Noé tuvo para basar su fe en un diluvio venidero." (La Atalaya, Abril 1, 1923, página 106.)
1925: "El año de 1925 está aquí. Los cristianos han esperado este año con gran expectativa. Muchos han esperado confiadamente que todos los miembros del cuerpo de Cristo sean transformados a la gloria celestial durante este año. Puede que esto ocurra, o puede que no ocurra. A su debido tiempo Dios llevará a cabo sus propósitos con relación a su pueblo. Los cristianos no debieran estar tan profundamente preocupados sobre lo que pueda ocurrir en este año." (La Atalaya, Enero 1, 1925, página 3.)
1925: "Es de esperarse que Satanás tratará de introducir en las mentes de los consagrados el pensamiento que1925 será el fin de la obra." (La Atalaya, setiembre 1925, página 262.)
1926: "Algunos anticiparon que la obra concluiría en 1925, pero el Señor no afirmó tal cosa. La dificultad estuvo en que estos amigos inflaron sus imaginaciones más allá de la razón, y cuando sus imaginaciones estallaron, estuvieron dispuestos a descartar todo." (La Atalaya, página 232.)
1931: "Hubo en la tierra cierto grado de desconcierto por parte de los fieles de Jehová con relación a los años 1917, 1918 y 1925, cuyo desconcierto duró por un tiempo ... y también aprendieron a dejar de fijar fechas." (“Vindication”, página 338.)
1941: "Recibiendo el don, los hijos marchando lo sujetaron, no como un juguete o entretenimiento para un vano placer, sino como el instrumento provisto por Dios para la obra más efectiva en los meses que restan hasta Armagedón." (La Atalaya, Septiembre 15,1941, página 288.)
1968: "Es cierto que en el pasado hubo quienes predijeron un ‘fin del mundo’, y hasta anunciaron una fecha específica. Sin embargo, nada sucedió. El ‘fin’ no llegó. Estas personas fueron culpables de profetizar falsamente. ¿Por qué? ¿Qué faltó? ... Ausentes de estas personas estuvieron las verdades de Dios y la evidencia que él estaba usando y guiando." (¡Despertad!, Octubre 8,1968.)
1968: "¿ Por qué están mirando hacia 1975?" (La Atalaya, Agosto 15, 1968, página 494.)

Con base en todas estas falsas profecías, un Testigo de Jehová podría decir que la organización aún se encuentra aprendiendo. Si esto es así, ¿cómo puede alguien confiar en lo que la Organización les está enseñando ahora? En el futuro, ¿seguirán cambiando también lo que se está enseñando ahora porque no recibieron toda la “revelación” la cual es como la “luz de la aurora”?

Un verdadero profeta de Dios no mentirá ni se equivocará al profetizar. Sólo los falsos profetas lo hacen: Mienten y se equivocan. La Organización de los Testigos de Jehová, la cual dice ser un profeta de Dios, es realmente un falso profeta. Jesús nos advirtió cuando dijo: "porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos." (Mt 24:24).


BusqueN la verdad en la Palabra y sólo en la Palabra.

SALUDOS
JUREIMP cheers

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Dudas de los testigos de jehova. - Página 2 Empty NO HAY RESPUESTAS CONVINCENTES

Mensaje  jureimp Miér Nov 09, 2011 4:27 pm

Hesse escribió:Hola que tal, quisiera que me guiaran porque tengo dudas acerca de la WATCHTOWER...para empezar quisiera saber porque la WATCHTOWER a profetizado FALSAMENTE en fechas como 1914,1925 y 1975 ... De Antemano gracias....Espero respuestas!


¿Que pueden contestar los tj?.....QUISIERA QUE JAVI CONTESTE ¿EN QUE PARTE DE LA BIBLIA ESTA ESTO?

...ACASO ME DIRAS QUE ES TAN SIMPLE LA PREGUNTA QUE NO VALE LA PENA COMENTARLO?.....

SALUDOS
JUREIMP

jureimp

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Mensaje  javi Vie Nov 11, 2011 7:52 pm

jureimp escribió:PROFETAS, LO RECONOCEN COMO "NUESTRO SEÑOR", AHORA LE DICEN JEHOVA...EN FIN...MENTIRAS, MENTIRAS Y MENTIRAS...

¿Afirma el Testigo Fiel y Discreto ser la única y verdadera voz profética de Dios en esta tierra?

Sí, si lo afirma. En el año de 1972 la Organización se proclamó a sí misma como el profeta de Dios
Identificando al Profeta

"¿Así que tiene Jehová un profeta para que les ayude, para advertirles de los peligros y declararles las cosas que vendrán? Estas preguntas pueden responderse afirmativamente. ¿Quién es este profeta? ... Este 'profeta' no era un hombre, era un cuerpo de hombres y mujeres. Era el pequeño grupo de fieles seguidores de Jesucristo, conocido en otros tiempos como los Estudiantes Internacionales de la Biblia. Hoy son conocidos como los Testigos Cristianos de Jehová... Desde luego, es fácil decir que este grupo actúa como un 'profeta' de Dios. Otra cosa es demostrarlo." (La Atalaya, 1 abril 1972.) (Ver Dt 18:21).

1897: "Nuestro Señor, el Rey nombrado, está presente ahora, desde octubre de 1874" (“Estudios de las Escrituras” [“Studies in the Scriptures”], volumen 4, pág., 621.)
1899: “La ‘batalla del gran día del Dios Todopoderoso’ (Apocalipsis 16:14), la cual ha comenzado y que concluirá en 1914 d.C. con la completa ruina del gobierno presente de la tierra." (“El tiempo está Cerca” [“The Time Is at Hand”], página 101, edición de 1908.)
1916: "La cronología bíblica aquí presentada demuestra que los seis días de mil años que comenzaron con Adán han concluido, y que el gran Día Séptimo, de los mil años del reino de Cristo, comenzó en 1873." (“El tiempo está Cerca” [“The Time Is at Hand”], Prefacio, página ii.)
1918: "Por lo tanto, podemos confiadamente esperar que 1925 marcará el retorno de Abraham, Isaac, Jacob y los fieles profetas de la antigüedad, particularmente los mencionados por el Apóstol en Hebreos 11, en una condición de perfección humana." (“Millones que ahora viven no morirán jamás” [“Millions Now Living Will Never Die”], página 89.)
1922: "La fecha de 1925 es aun más claramente indicada por las Escrituras que la de 1914." (La Atalaya, Enero1, 1922, página 262.)
1923: "Nuestro pensamiento es que 1925 está definitivamente establecido por las Escrituras. Con respecto a Noé, los cristianos ahora tienen mucho más para basar su fe que la que Noé tuvo para basar su fe en un diluvio venidero." (La Atalaya, Abril 1, 1923, página 106.)
1925: "El año de 1925 está aquí. Los cristianos han esperado este año con gran expectativa. Muchos han esperado confiadamente que todos los miembros del cuerpo de Cristo sean transformados a la gloria celestial durante este año. Puede que esto ocurra, o puede que no ocurra. A su debido tiempo Dios llevará a cabo sus propósitos con relación a su pueblo. Los cristianos no debieran estar tan profundamente preocupados sobre lo que pueda ocurrir en este año." (La Atalaya, Enero 1, 1925, página 3.)
1925: "Es de esperarse que Satanás tratará de introducir en las mentes de los consagrados el pensamiento que1925 será el fin de la obra." (La Atalaya, setiembre 1925, página 262.)
1926: "Algunos anticiparon que la obra concluiría en 1925, pero el Señor no afirmó tal cosa. La dificultad estuvo en que estos amigos inflaron sus imaginaciones más allá de la razón, y cuando sus imaginaciones estallaron, estuvieron dispuestos a descartar todo." (La Atalaya, página 232.)
1931: "Hubo en la tierra cierto grado de desconcierto por parte de los fieles de Jehová con relación a los años 1917, 1918 y 1925, cuyo desconcierto duró por un tiempo ... y también aprendieron a dejar de fijar fechas." (“Vindication”, página 338.)
1941: "Recibiendo el don, los hijos marchando lo sujetaron, no como un juguete o entretenimiento para un vano placer, sino como el instrumento provisto por Dios para la obra más efectiva en los meses que restan hasta Armagedón." (La Atalaya, Septiembre 15,1941, página 288.)
1968: "Es cierto que en el pasado hubo quienes predijeron un ‘fin del mundo’, y hasta anunciaron una fecha específica. Sin embargo, nada sucedió. El ‘fin’ no llegó. Estas personas fueron culpables de profetizar falsamente. ¿Por qué? ¿Qué faltó? ... Ausentes de estas personas estuvieron las verdades de Dios y la evidencia que él estaba usando y guiando." (¡Despertad!, Octubre 8,1968.)
1968: "¿ Por qué están mirando hacia 1975?" (La Atalaya, Agosto 15, 1968, página 494.)

Con base en todas estas falsas profecías, un Testigo de Jehová podría decir que la organización aún se encuentra aprendiendo. Si esto es así, ¿cómo puede alguien confiar en lo que la Organización les está enseñando ahora? En el futuro, ¿seguirán cambiando también lo que se está enseñando ahora porque no recibieron toda la “revelación” la cual es como la “luz de la aurora”?

Un verdadero profeta de Dios no mentirá ni se equivocará al profetizar. Sólo los falsos profetas lo hacen: Mienten y se equivocan. La Organización de los Testigos de Jehová, la cual dice ser un profeta de Dios, es realmente un falso profeta. Jesús nos advirtió cuando dijo: "porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos." (Mt 24:24).


BusqueN la verdad en la Palabra y sólo en la Palabra.

SALUDOS
JUREIMP cheers

Hola

Tengo en mis manos La Atalaya de 1972 y la de 1968, viendo y releyendo los artículos en las páginas que pones y en las fechas en que fueron publicados y... sinceramente, no encuentro las declaraciones que escribes. De años anteriores por desgracia no tengo los números (solo tengo hasta 1965 y partes de la década de 1950 - 1960)
En fin...
Lo que sí puedo decirte, una vez más, es que el espíritu santo no actuaría después de los apóstoles de forma que hiciera profetizar, en el sentido estricto del término, es decir, que alguien o una organización pueda decir que ha tenido un sueño de parte de Dios o que un ángel se le ha aparecido y le ha revelado algo de parte de Dios.
1 Corintios 13:8 " . . .El amor nunca falla. Pero sea que haya [dones de] profetizar, serán eliminados. . ."
Pero lo que si hace el espíritu Santo de Dios es dar a conocer la verdad de lo que la biblia enseña a sus verdaderos seguidores
Juan 8:32 "y conocerán la verdad, y la verdad los libertará"
Son, por lo tanto, lo que no tienen ese espíritu los que siguen esclavizados a mentiras dogmaticas y creencias falsas que no vienen en la biblia.
Por otra parte, voy a aprovechar el mensaje para hablar del Canon Católico de la biblia, es decir, de los libros apócrifos, pues creo recordar que los mencionaste en un mensaje anterior.
Sirvete leer esta información que a continuación te pongo.
Hay tres textos bíblicos en los que se usa la palabra griega a‧pó‧kry‧fos en su sentido original para referirse a algo “cuidadosamente ocultado”. (Marcos 4:22; Lucas 8:17; Colosenses 2:3.) En lo que respecta a escritos, en un principio aplicaba a los que no se leían en público y por lo tanto estaban “ocultados” de otros. Sin embargo, más tarde esa palabra adquirió el significado de espurio o no canónico, y en la actualidad se suele usar con referencia a los escritos que la Iglesia católica romana declaró parte del canon bíblico en el Concilio de Trento (1546). Los escritores católicos los llaman deuterocanónicos, que significa “del segundo [o posterior] canon”, a diferencia de los protocanónicos.
Estos escritos que se añadieron son: Tobías, Judit, Sabiduría (de Salomón), Eclesiástico (no Eclesiastés), Baruc, Primero y Segundo de los Macabeos, añadiduras al libro de Ester y tres añadiduras a Daniel: el Cántico de los tres jóvenes, la Historia de Susana y la Historia de Bel y el dragón. No se puede precisar con exactitud cuándo se escribieron, pero se sabe que no fue antes del siglo II o III a. E.C.
Prueba en contra de su canonicidad. Aunque en algunos casos estos escritos tienen cierto valor histórico, afirmar que son canónicos carece de base sólida. Los hechos indican que el canon hebreo se completó después de la escritura de los libros de Esdras, Nehemías y Malaquías, en el siglo V a. E.C. Los escritos apócrifos nunca se incluyeron en el canon judío de las Escrituras inspiradas y no forman parte de ellas en la actualidad.
El historiador judío Josefo, del primer siglo, indica que solo se daba reconocimiento a aquellos pocos libros (del canon hebreo) que se consideraban sagrados. Dijo: “Por esto entre nosotros no hay multitud de libros que discrepen y disientan entre sí; sino solamente veintidós libros [el equivalente de los treinta y nueve libros de las Escrituras Hebreas según la división moderna], que abarcan la historia de todo tiempo y que, con razón, se consideran divinos”. Después demuestra que conoce la existencia de los libros apócrifos y su exclusión del canon hebreo, al añadir: “Además, desde el imperio de Artajerjes hasta nuestra época, todos los sucesos se han puesto por escrito; pero no merecen tanta autoridad y fe como los libros mencionados anteriormente, pues ya no hubo una sucesión exacta de profetas”. (Contra Apión, libro I, sec. 8.)
Su inclusión en la Versión de los Setenta. Los argumentos en favor de la canonicidad de estos escritos por lo general se basan en el hecho de que se hallan en muchas copias antiguas de la Versión de los Setenta griega de las Escrituras Hebreas, traducción que se comenzó en Egipto alrededor del año 280 a. E.C. No obstante, puesto que no existen ejemplares originales de la Versión de los Setenta, no se puede afirmar de forma categórica que los libros apócrifos estuvieran incluidos originalmente en esa obra. Se reconoce que muchos de estos escritos, quizás la mayoría, se escribieron después de comenzarse a traducir la Versión de los Setenta, así que es obvio que no estuvieron en la lista original de los libros que debían traducirse. Por consiguiente, en el mejor de los casos, solo pueden considerarse como adiciones a esa obra.
Además, aunque los judíos de habla griega de Alejandría finalmente insertaron esos escritos apócrifos en la Versión de los Setenta y al parecer los consideraban como parte de un canon ampliado de escritos sagrados, las palabras de Josefo citadas antes indican que nunca se incluyeron en el canon de Jerusalén (palestinense), y como máximo se les tuvo por escritos de segundo orden, y no de origen divino. Por lo tanto, el Concilio judío de Jamnia (alrededor del año 90 E.C.) excluyó específicamente todos esos escritos del canon hebreo.
La necesidad de dar la debida consideración a la postura judía al respecto se desprende con claridad de lo que el apóstol Pablo escribió en Romanos 3:1, 2.
Otros testimonios antiguos. Una de las principales pruebas externas en contra de la canonicidad de los libros apócrifos es el hecho de que ninguno de los escritores cristianos de la Biblia citó de ellos. Aunque esto no es concluyente, dado que tampoco se cita de algunos libros que sí son reconocidos como canónicos (Ester, Eclesiastés y El Cantar de los Cantares), no obstante, el que no se cite ni una sola vez de ninguno de los once escritos apócrifos no cabe duda de que es significativo.
También pesa el hecho de que los principales eruditos bíblicos, así como los “padres de la Iglesia” de los primeros siglos de la era común, por lo general han catalogado los libros apócrifos como escritos de segundo orden. Orígenes, de principios del siglo III E.C., después de una investigación cuidadosa, también distinguió entre estos escritos y los del canon verdadero. Atanasio, Cirilo de Jerusalén, Gregorio Nacianceno y Anfíloco, todos del siglo IV E.C., prepararon catálogos de los escritos sagrados según el canon hebreo, en los que ignoraron los escritos apócrifos o los colocaron en una categoría secundaria.
Jerónimo, considerado “el mejor hebraísta” de la Iglesia primitiva y traductor de la Vulgata latina (405 E.C.), adoptó una postura clara en contra de esos libros, y fue el primero en usar explícitamente la palabra “apócrifo” en el sentido de no canónico con referencia a ellos. En consecuencia, en su prólogo a los libros de Samuel y Reyes, Jerónimo menciona los libros inspirados de las Escrituras Hebreas según el canon hebreo (en el que los treinta y nueve libros están agrupados en veintidós), y entonces dice: “Así que hay veintidós libros [...]. Este prólogo de las Escrituras puede servir de advertencia al que se acerca a todos los libros que traducimos del hebreo al latín; para que sepamos que cualquiera que esté fuera de estos tiene que ser puesto entre los libros apócrifos”. Al escribirle a una dama de nombre Leta sobre la educación de su hija, Jerónimo aconsejó: “Guárdese de todo linaje de apócrifos. Y si alguna vez los quiere leer, no para buscar la verdad de los dogmas, sino por reverencia de los símbolos, sepa que no pertenecen a los autores cuyos nombres figuran a su cabeza, y que llevan revuelto mucho elemento vicioso. No se requiere menuda prudencia para buscar oro entre el fango”. (Cartas de San Jerónimo, CVII.)
Opiniones católicas divergentes. Agustín (354-430 E.C.) fue el primero en intentar incluir estos escritos en el canon bíblico, aunque en obras posteriores reconoció que había una clara diferenciación entre los libros del canon hebreo y esos “libros ajenos”. Sin embargo, la Iglesia católica, siguiendo a Agustín, los incluyó en el canon de los libros sagrados fijado por el Concilio de Cartago en el año 397 E.C. No obstante, no confirmó definitivamente que aceptaba estos escritos en su catálogo de libros bíblicos sino hasta el año 1546 E.C., en el Concilio de Trento, y esta acción se juzgó necesaria debido a que había diferentes opiniones al respecto, incluso dentro de la Iglesia. Juan Wiclef, el sacerdote y erudito católico romano que en el siglo XIV hizo la primera traducción al inglés de la Biblia con la ayuda posterior de Nicolás de Hereford, no incluyó los libros apócrifos en su obra, y en el prefacio de esta traducción dijo que esos escritos “carecían de la autoridad conferida por la aceptación general”. El cardenal dominico Cayetano, principal teólogo católico de su tiempo (1469-1534 E.C.), a quien Clemente VII llamó la “lámpara de la Iglesia”, también distinguió entre los libros del canon hebreo verdadero y las obras apócrifas, para lo que se apoyó en la autoridad de los escritos de Jerónimo.
Debe notarse así mismo que el Concilio de Trento no aceptó todos los escritos que se habían aprobado en el anterior Concilio de Cartago, sino que excluyó a tres de estos: la Oración de Manasés y Primero y Segundo de Esdras (no los libros 1 y 2 Esdras que en la versión católica Torres Amat corresponden a Esdras y Nehemías). Así, estos tres escritos, que por más de mil cien años habían formado parte de la versión aprobada de la Vulgata latina, a partir de entonces quedaron excluidos.
Prueba interna. La prueba interna de estos escritos apócrifos cuestiona aún más que la externa su canonicidad. No existe en ellos el elemento profético. Su contenido y enseñanza en ocasiones contradice a los libros canónicos y ellos mismos también se contradicen entre sí. En ellos abundan las inexactitudes históricas y geográficas y los anacronismos. En algunos casos, los escritores son culpables de falta de honradez al presentar falsamente sus obras como si fuesen de escritores inspirados de épocas anteriores. Demuestran estar bajo la influencia griega, y en ocasiones recurren a un lenguaje extravagante y un estilo literario totalmente ajeno al estilo de las Escrituras inspiradas. Dos de los escritores dan a entender que no fueron inspirados. (Véase el prólogo de Eclesiástico; 2 Macabeos 2:24-32; 15:38-40, BC.) De modo que se puede decir que la prueba más contundente contra la canonicidad de los libros apócrifos son ellos mismos. A continuación se examina cada uno de estos libros.

Tobías (Tobit). Es la historia de Tobit, un judío piadoso de la tribu de Neftalí deportado a Nínive que se queda ciego al caerle excremento de pájaro en ambos ojos. Tobit envía a Media a cobrar una deuda a su hijo Tobías, a quien un ángel que había tomado forma humana conduce a Ecbátana (Ragués). En el camino, Tobías logra pescar un pez, al que quita el corazón, el hígado y la hiel para quedárselos. Más tarde, se encuentra con una mujer que, aunque se había casado siete veces, seguía siendo virgen, pues el demonio Asmodeo había ocasionado la muerte de cada uno de sus siete esposos la misma noche de bodas. Animado por el ángel, Tobías se casa con la virgen viuda y ahuyenta al demonio quemando el corazón del pez y el hígado. A su regreso, hace que su padre recupere la vista valiéndose de la hiel del pez.
Es probable que el libro se escribiera originalmente en arameo alrededor del siglo III a. E.C. Dado el componente de superstición y error que hay en el relato, está claro que no fue inspirado por Dios. Entre las inexactitudes que contiene, se puede mencionar la siguiente: el relato afirma que Tobit vio en su juventud la revuelta de las diez tribus norteñas, un acontecimiento ocurrido en 997 a. E.C., después de la muerte de Salomón (Tobías 1:4, 5, BJ), y que más tarde fue deportado a Nínive con la tribu de Neftalí, lo que ocurrió en 740 a. E.C. (Tobías 1:10-13, NC, 732 a. E.C., nota.) De ser así, esto significaría que habría vivido más de doscientos cincuenta y siete años, cuando el caso es que en Tobías 14:1-3 (14:11, NC) se informa que Tobit murió a la edad de ciento cincuenta y ocho años.
Judit. La historia de una hermosa viuda judía de la ciudad de “Betulia”. Nabucodonosor envía a su oficial Holofermes en una campaña contra el N. del país con el fin de destruir toda forma de adoración que no sea la suya propia. Holofermes asedia a los judíos en Betulia, pero Judit, aparentando traicionar la causa judía, logra introducirse en su campamento y le presenta un informe falso sobre la situación de la ciudad. Se celebra una fiesta en la que Holofermes se emborracha, y Judit se apodera de su espada, lo decapita y regresa a Betulia con su cabeza. A la mañana siguiente se produce un desconcierto total en el campamento enemigo, y los judíos consiguen una victoria aplastante.
La Biblia de Jerusalén dice lo siguiente en la introducción a Tobías, Judit y Ester: “El libro de Judit manifiesta sobre todo una gran despreocupación por la historia y la geografía”. Entre las inconsecuencias que allí se señalan, figura la siguiente: los acontecimientos se sitúan durante el reinado de Nabucodonosor, “que reinó sobre los asirios en la gran ciudad de Nínive”. (Judit 1:1, 7, BJ.) Tanto en esta introducción como en las anotaciones al pie de la página que esta traducción hace al libro de Judit, se señala que Nabucodonosor fue rey de Babilonia y que nunca reinó en Nínive, ya que su padre Nabopolasar había destruido esta ciudad con anterioridad.
Respecto al itinerario bélico de Holofermes, la citada introducción dice que “es un reto a la geografía”, y en términos parecidos se expresa The Illustrated Bible Dictionary (vol. 1, pág. 76): “El relato es pura ficción; si se pretendiese que fuese real, sus inexactitudes serían inverosímiles” (edición de J. D. Douglas, 1980).
Se cree que el libro se escribió en Palestina durante la dominación helénica, hacia finales del siglo II o principios del I a. E.C. Asimismo, se opina que fue escrito originalmente en hebreo.

Las adiciones al libro de Ester. Seis pasajes constituyen la adición hecha a este libro. En algunos textos griegos y latinos antiguos, la primera adición, de 17 versículos, antecede al primer capítulo (Ester 11:2–12:6, Scío), y en ella se transcribe un sueño de Mardoqueo y se relata la conjura contra el rey que el propio Mardoqueo puso al descubierto. La segunda es una inserción entre los versículos 13 y 14 del capítulo 3 (Ester 13:1-7, Scío), que presenta el texto del edicto real contra los judíos. Al final del capítulo 4 (Ester 13:8–14:19, Scío) se encuentra la tercera adición, en la que se recogen las oraciones de Ester y Mardoqueo. La cuarta viene después de Ester 5:2 (Ester 15:1-19, Scío), y relata la audiencia de Ester ante el rey. Después del versículo 12 del capítulo 8 (Ester 16:1-24, Scío), se halla la quinta adición; en esta consta el edicto del rey, en el que autorizaba a los judíos a defenderse. Por último, en la conclusión del libro (Ester 10:4–11:1, Scío) se encuentra la interpretación del sueño de Mardoqueo que figura en la introducción apócrifa.
La colocación de estas añadiduras varía de una traducción a otra. En algunas se ponen todas al final (como hizo Jerónimo en su traducción), mientras que en otras aparecen entremezcladas con el texto canónico.
En la primera se presenta a Mardoqueo como uno de los cautivos que Nabucodonosor se llevó en 617 a. E.C., y como un hombre prominente de la corte durante el segundo año del rey Asuero (en griego dice Artajerjes), más de un siglo después. Esta exposición de los hechos, que le atribuye a Mardoqueo una posición muy importante en una época tan temprana del reinado de Asuero, contradice el texto canónico de Ester. Se cree que estas añadiduras fueron obra de un judío egipcio y que se escribieron durante el siglo II a. E.C.
Sabiduría (de Salomón). Es un tratado en el que se alaban los beneficios que resultan de buscar la sabiduría divina. Esta se personifica en la figura de una mujer celestial, y se incluye en el texto la oración de Salomón pidiendo sabiduría. En la última parte se repasa la historia desde Adán hasta la conquista de Canaán, entresacando ejemplos de bendiciones por haber obrado con sabiduría, en contraste con las calamidades debidas a haber carecido de ella. Se comenta la insensatez del culto a las imágenes.
Aunque no se menciona específicamente a Salomón por nombre, hay pasajes que aluden a él como su autor. (Sabiduría 9:7, 8, 12.) No obstante, otros pasajes son citas de libros bíblicos escritos siglos después de la muerte de Salomón (c. 998 a. E.C.), tomadas de la Septuaginta, traducción al griego de las Escrituras Hebreas iniciada hacia 280 a. E.C. Se piensa que el autor del libro debió ser un judío de Alejandría (Egipto) que lo escribió hacia mediados del siglo I a. E.C.
El texto pone de manifiesto que el escritor se apoya totalmente en la filosofía griega. Se vale de la terminología platónica para introducir la doctrina de la inmortalidad del alma. (Sabiduría 2:23; 3:2, 4.) Otros conceptos paganos que se incluyen en el texto son: la existencia prehumana del alma y la idea de que el cuerpo es un obstáculo o lastre para esta (8:19, 20; 9:15). Al relato de los acontecimientos históricos que van desde Adán hasta Moisés lo adornan muchos detalles imaginarios que con frecuencia están en desacuerdo con el registro inspirado.
Aunque algunas obras de consulta han pretendido demostrar que hay cierta correspondencia entre algunos pasajes de este libro apócrifo y los escritos de las Escrituras Griegas Cristianas, el parecido suele ser mínimo, y aun si fuese algo más acusado, no indicaría que los escritores cristianos se basaron en él, sino en el canon de las Escrituras Hebreas, del que el escritor apócrifo también sacó información.
Eclesiástico. Este libro, también conocido por el nombre “Sabiduría de Jesús Ben Sirá”, se caracteriza por ser el más extenso de los apócrifos y el único de autor conocido: Jesús Ben Sirá, de Jerusalén. El escritor hace algunos comentarios sobre la naturaleza de la sabiduría y cómo aplicarla a fin de llevar una vida feliz. Recalca enérgicamente la importancia de observar la Ley. Da consejo sobre muchos aspectos relacionados con el comportamiento social y la vida cotidiana, entre los que se hallan observaciones en cuanto a los modales a la mesa, los sueños y los viajes. La última parte contiene una reseña de personajes importantes de la historia de Israel, que termina con el sumo sacerdote Simón II.
En abierta contradicción con la declaración de Pablo en Romanos 5:12-19, en la que el apóstol muestra que el peso de la responsabilidad por el pecado recayó sobre Adán, el libro de Eclesiástico dice: “Por la mujer fue el comienzo del pecado, y por causa de ella morimos todos” (25:24, BJ). Además, el escritor afirma que prefiere “¡cualquier maldad, pero no maldad de mujer!” (25:13, BJ).
El libro se escribió originalmente en hebreo hacia comienzos del siglo II a. E.C. En el Talmud judío figuran citas de esta obra.
Baruc (incluye la carta de Jeremías). Los primeros cinco capítulos del libro están escritos como si los hubiese redactado el amigo de Jeremías, el escriba Baruc, mientras que el sexto se presenta como si fuese una carta del propio Jeremías. El libro contiene las expresiones de arrepentimiento y las plegarias por auxilio del pueblo judío exiliado en Babilonia, exhortaciones para que el pueblo se apegue a la sabiduría, palabras de ánimo para que confíen en la promesa de liberación y una denunciación contra la idolatría babilonia.
El libro sitúa a Baruc en Babilonia (Baruc 1:1, 2), mientras que según el registro bíblico, se marchó a Egipto, al igual que Jeremías, y no hay prueba de que Baruc estuviese alguna vez en Babilonia. (Jeremías 43:5-7.) Contrario a la profecía de Jeremías sobre los setenta años que duraría la desolación de Judá y el exilio babilonio (Jeremías 25:11, 12; 29:10), en Baruc 6:2 se dice que los judíos permanecerían en Babilonia durante siete generaciones y que entonces serían liberados.
En el prefacio del libro de Jeremías, Jerónimo dice: “No he creído que valiese la pena traducir el libro de Baruc”, y la Biblia de Jerusalén, en su introducción a este libro, opina que algunas porciones debieron redactarse bastante tiempo después, hacia el siglo II o I a. E.C., y, por consiguiente, no pudo ser Baruc, sino otro escritor (o escritores). Es probable que se haya escrito originalmente en hebreo.
Cántico de los tres jóvenes. Esta adición al libro de Daniel se inserta entre los versículos 23 y 24 del capítulo 3. Consta de 67 versículos, que comienzan con una oración atribuida a Azarías cuando estaba en el horno ardiente, seguida de la intervención de un ángel que apaga el fuego y, finalmente, de una canción que los tres hebreos cantan mientras todavía se encuentran en el horno. La canción guarda una gran semejanza con el Salmo 148, pero sus referencias al templo, los sacerdotes y los querubines no cuadran con la época a la que afirma corresponder. Es posible que fuese escrita originalmente en hebreo durante el siglo I a. E.C.
Historia de Susana. Narración corta sobre un incidente ocurrido en la vida de la bella esposa de Joaquín, un acaudalado judío de Babilonia. Mientras Susana se bañaba, se le acercaron dos ancianos del pueblo que la instaron a cometer adulterio con ellos; como se negó, urdieron una acusación falsa contra ella. En el juicio se la sentenció a muerte, pero, hábilmente, el joven Daniel puso al descubierto el engaño de los dos ancianos y Susana quedó libre de acusación. Se desconoce el idioma en el que se escribió en un principio este relato. Se cree que debió redactarse en el siglo I a. E.C. En la Septuaginta griega se le colocó antes del libro canónico de Daniel, mientras que en la Vulgata latina se puso después. Por lo general se incluye en el libro de Daniel como el decimotercer capítulo.
Historia de Bel y el dragón. Una tercera añadidura al libro de Daniel que por lo general consta como el capítulo decimocuarto. Según esta narración, el rey Ciro exigió de Daniel que rindiese adoración a una imagen del dios Bel. Daniel esparce cenizas sobre el suelo del templo y al día siguiente descubre que hay pisadas que conducen hasta el lugar donde se ofrendaban los alimentos que supuestamente comía el propio ídolo, con lo que demuestra que eran los sacerdotes paganos y sus familias los que en realidad consumían los alimentos. Se ejecuta a los sacerdotes y Daniel destruye la imagen. Luego el rey le pide que rinda adoración a un dragón vivo. Daniel mata al dragón, pero la multitud enfurecida hace que se le arroje a un foso de leones. En el transcurso de los siete días que dura su encierro, un ángel prende a Habacuc por los cabellos y lo lleva desde Judea a Babilonia con un plato de cocido en las manos para alimentar a Daniel. A continuación, se vuelve a llevar a Habacuc a Judea; poco después se libera a Daniel y se arroja al foso a sus opositores, que son devorados por los leones. Se opina que esta añadidura también corresponde al siglo I a. E.C. Según The Illustrated Bible Dictionary (vol. 1, pág. 76), estas adiciones son “piadosos adornos ficticios”.
Primero de los Macabeos. Narración histórica de las luchas del pueblo judío por su independencia durante el siglo II a. E.C., desde el comienzo del reinado de Antíoco Epífanes (175 a. E.C.) hasta la muerte de Simón Macabeo (c. 134 a. E.C.). El libro está consagrado principalmente a las hazañas del sacerdote Matatías y sus hijos, Judas, Jonatán y Simón, en sus enfrentamientos con los sirios.
Este es el más valioso de los libros apócrifos por la información histórica que aporta sobre ese período. Sin embargo, como se reconoce en The Jewish Encyclopedia (1976, vol. 8, pág. 243), en esta obra “la historia está escrita desde un punto de vista humano”. Como en el caso de los otros escritos apócrifos, tampoco forma parte del canon hebreo inspirado. Probablemente se escribió en hebreo hacia las postrimerías del siglo II a. E.C.
Segundo de los Macabeos. Aunque se coloca después, su contenido es en parte paralelo al período histórico reseñado en el primero (c. 180 a. E.C. a 160 a. E.C.), pero no lo escribió el mismo autor. Se presenta como un compendio de la obra realizada con anterioridad al período indicado por un tal Jasón de Cirene. Narra la persecución de los judíos bajo Antíoco Epífanes, el saqueo del templo y su posterior dedicación.
El relato sitúa la acción en el tiempo de la destrucción de Jerusalén, y presenta a Jeremías llevando el tabernáculo y el arca del pacto a una cueva del monte desde el que Moisés había contemplado la tierra de Canaán. (2 Macabeos 2:1-16.) Como es sabido, el templo había reemplazado al tabernáculo unos cuatrocientos veinte años antes.
El dogma católico se vale de varios pasajes de este libro para apoyar algunas doctrinas, como el castigo después de la muerte (2 Macabeos 6:26), la mediación de los santos (15:12-16) y la conveniencia de orar por los muertos (12:41-46).
En su introducción a los dos libros de los Macabeos, la Biblia de Jerusalén hace el siguiente comentario sobre el segundo libro: “El estilo, que es el de los escritores helenísticos, pero no de los mejores, resulta a veces ampuloso”. Su autor no afirma haber escrito bajo inspiración divina, y dedica parte del segundo capítulo a justificar el método seleccionado para ordenar y presentar la narración histórica. (2 Macabeos 2:24-32, BJ.) Termina con las palabras: “Yo también terminaré aquí mismo mi relato. Si ha quedado bello y logrado en su composición, eso es lo que yo pretendía; si imperfecto y mediocre, he hecho cuanto me era posible”. (2 Macabeos 15:37, 38, BJ.)
El libro debió escribirse en griego entre 134 a. E.C. y 70 E.C., el año de la caída de Jerusalén.
Obras apócrifas posteriores. Sobre todo a partir del siglo II E.C., surgieron gran cantidad de escritos que pretendían ser inspirados por Dios y canónicos, y estar relacionados con la fe cristiana. Se les ha llamado el “Nuevo Testamento Apócrifo”, e imitan los evangelios, los Hechos, las cartas y las revelaciones de los libros canónicos de las Escrituras Griegas Cristianas. Un gran número de estos solo se conocen gracias a algunos fragmentos que se han conservado, o por citas o alusiones de otros escritores.
Estos escritos intentan suministrar la información que los libros inspirados omiten deliberadamente, como las actividades y acontecimientos relacionados con la vida de Jesús desde su tierna infancia hasta el momento de su bautismo. También tratan de suministrar apoyo para las doctrinas o tradiciones que no tienen base en la Biblia o que la contradicen. Por ejemplo, el llamado evangelio de Tomás y el protoevangelio de Santiago abundan en relatos fantásticos de supuestos milagros efectuados por Jesús durante su infancia, pero lo representan de tal manera que hacen que parezca un niño caprichoso y petulante dotado de poderes impresionantes. (Compárese con el relato auténtico de Lucas 2:51, 52.) Los “Hechos” apócrifos, como los “Hechos de Pablo” y los “Hechos de Pedro”, dan gran importancia a la abstinencia total de relaciones sexuales y hasta afirman que los apóstoles animaban a las mujeres a que se separasen de sus esposos, lo que contradice el consejo inspirado de Pablo registrado en el capítulo siete de Primera a los Corintios.
Al comentar sobre tales escritos apócrifos postapostólicos, The Interpreter’s Dictionary of the Bible (edición de G. A. Buttrick, 1962, vol. 1, pág. 166) dice: “Muchos de estos son triviales; algunos, altamente teatrales; algunos, repugnantes, hasta asquerosos”. El New Standard Bible Dictionary (de Funk y Wagnalls, 1936, pág. 56) comenta: “Han sido la fructífera fuente de leyendas sagradas y tradiciones eclesiásticas. Es a estos libros adonde debemos acudir para encontrar el origen de algunos de los dogmas de la Iglesia católica romana”.
Tal como los escritos apócrifos primitivos se excluyeron de las Escrituras Hebreas precristianas, estos escritos apócrifos posteriores tampoco se aceptaron como inspirados ni se incluyeron en las primeras colecciones o catálogos de las Escrituras Griegas Cristianas.


Salu2
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