¿A quien debemos nuestra adoración?

La Biblia es muy clara y sin ambigüedades contesta desde un principio:

Deuteronomio 6:5 Reina-Valera 1995
Amarás a Jehová, tu Dios, de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas.

Jesús volvió a repetir lo mismo una y otra vez:
Mateo 4:10 Reina-Valera 1995
Entonces Jesús le dijo:
—Vete, Satanás, porque escrito está: “Al Señor tu Dios adorarás y sólo a él servirás.

...en su enseñanza, repitió la misma idea:
Juan 4:23 Reina-Valera 1995
Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que lo adoren.

Mateo 7:21 Reina-Valera 1995
No todo el que me dice: “¡Señor, Señor!”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.




Por lo tanto, toda religión o persona que enseñe otra cosa, tal como la adoración de santos, la virgen María o al propio Cristo, está mintiendo y enseñando una falsedad. Nuestra adoración, y además, nuestra adoración incondicional y amor se le deben solo al Padre, a Jehová, el Soberano Todopoderoso, por encima de todo y de todos.